Decenas de agentes de la Policía Nacional, convocados por el Sindicato Unificado de Policía (SUP), la Confederación Española de Policía (CEP) y la Unión Federal de la Policía (UFP), trataron de boicotear este martes el primer acto oficial del Cuerpo desde la aprobación de los recortes la pasada semana.
El acto tuvo lugar en el complejo policial de Canillas, la mayor instalación policial en la capital de España, donde el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, presidió la presentación de los casi 1.200 agentes nuevos que empezarán a cumplir su servicio en Madrid. Al mismo, también acudieron la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, y la alcaldesa de la capital, Ana Botella.
Los concentrados, que estuvieron situados frente a la entrada del complejo, recibieron a los altos cargos con gritos de "fuera, fuera" a su llegada al centro, además de algunos insultos como "cabrón" y "sinvergüenza" destinados específicamente al director general de la Policía.
Los concentrados no estaban vestidos de uniforme, pues habrían cometido entonces una falta contra el reglamento interno, pero sí portaban camisetas, gorras y banderas de sus respectivos sindicatos policiales.
Durante su intervención en el acto, que apenas duró diez minutos por el enorme jaleo de fondo que se escuchaba, Cosidó dijo a los nuevos agentes que su labor no sólo se limitará a la lucha contra la delincuencia, sino que también tendrán la misión "esencial" de garantizar el libre ejercicio de los derechos de todos los ciudadanos.
"En un momento de gran conflictividad social, que se vive de forma especial en la capital, vuestro trabajo es fundamental para garantizar la convivencia, la paz social y el respeto a los derechos de todos; por eso vuestra actuación debe estar regida en todo momento por el cumplimiento estricto de la legalidad, por la profesionalidad y la proporcionalidad en todas vuestras acciones, y por el ejercicio responsable de la autoridad", les advirtió.
Además, aseguró que sin seguridad no puede haber libertad, desarrollo ni crecimiento económico, y por eso la labor de la Policía es "especialmente trascendente" en un momento de "enorme dificultad para España". "Garantizando la seguridad, el Estado de Derecho y la paz social, estaremos contribuyendo decisivamente a superar la crisis", subrayó.
Insistió en que esperan "tiempos difíciles" en los que el Cuerpo Nacional de Policía, como toda la sociedad, "sufrirá los efectos de la crisis". "Tendremos que dar lo mejor de nosotros mismos para lograr que, a pesar de las restricciones, la seguridad de los ciudadanos no se resienta", añadió.
Cosidó pidió también a los nuevos policías que tengan siempre presentes los valores "humanitarios" y que vuelquen su servicio en la protección de los sectores más vulnerables de la sociedad.