Los españoles parecíamos imbatibles en lo de producir frutas y verduras; el mejor género de Europa. Hasta que llega el momento de que tienen que venir inmigrantes de otros países a recoger las cosechas. Aun así, los precios resultan un poco caros. Descubrimos que es más barato traer, por avión, las frutas y verduras de otros continentes. Muchos inmigrantes no tendrían que salir de sus respectivos países. Sería la mejor forma de ayudarles. Los consumidores españoles estarían encantados: mejor calidad y precio. Solo se resentirían los agricultores españoles. Tendrían que dedicarse a otra cosa. ¿Estamos o no por la globalización?
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