Menú
Amando de Miguel

Otra palabra de moda: transversal

Resulta curioso que "atravesado" tenga un sentido tan despreciativo (= confuso, malintencionado, disparatado) y, en cambio, "transversal" suene hoy tan ponderativo.

Me fascinan las palabras que se ponen de moda, esto es, las que se repiten de forma solemne, vengan o no a cuento, y sin saber muy bien lo que significan. Una de ellas es "transversal", que dejan caer los intelectuales y políticos. En cada época resulta dominante una vaga creencia sobre el espacio. En tiempos del franquismo el lenguaje oficial imponía la noción de lo vertical, la jerarquía, el arriba. Lo horizontal podría parecer interesado o egoísta. En la época actual ha resurgido la estima del "horizonte" pero sobre todo el misterioso valor de lo transversal. Se sugiere así el cruzar de lado a lado el espacio siguiendo una trayectoria diagonal o, por lo menos, sesgada o no rectilínea. No importa que el significado de lo transversal permanezca confuso o indeterminado; eso mismo da prestigio. Como lo da la "lógica borrosa", un criterio para superar el mecanicismo.

Resulta curioso que "atravesado" tenga un sentido tan despreciativo (= confuso, malintencionado, disparatado) y, en cambio, "transversal" suene hoy tan ponderativo. En ciertos círculos lo transversal equivale a salirse de la especialidad de uno, vivir a salto de mata, picotear en lo que resulta más agradable y variopinto. Por ejemplo, a mí me encanta dejar a un lado la Sociología empírica (que es lo mío) y dedicarme a brujulear en los dominios de la Lingüística. Esa misma indeterminación caprichosa es lo que caracteriza al trabajo de los comentaristas y tertulianos, los que dan su opinión de manera profesional en los medios. El riesgo y el placer está precisamente en opinar de lo que uno no sabe mucho. Después de todo "no hace falta ser César para entender a César".

Si bien se mira la transversalidad como actitud científica viene a ser la negación del especialismo técnico, dominante en épocas anteriores. En política lo transversal es el diálogo o pacto con los adversarios, cruzando las líneas jerárquicas de la propia ideología. Por encima de todo, lo transversal es lo impreciso, lo sorprendente, lo atrevido. Se comprende que sea una idea que da prestigio al enunciarla, sobre todo si no queda clara. Nada más transversal que la misteriosa "alianza de civilizaciones", aunque por ello haya que imaginar que el califato de los omeyas (en el tiempo de la Inquisición) era un modelo de tolerancia. Esa barbaridad la dijo enfáticamente el otro caudillo del planeta. Recordemos la definición de tolerar que recoge el influyente Diccionario de Autoridades del siglo XVIII: "disimular o permitir algunas cosas que no son lícitas sin castigo del delincuente, pero sin dispensarlas expresamente". Ejemplo, las "casas de tolerancia" (= prostíbulos).

En Sociedad

    0
    comentarios
    Acceda a los 1 comentarios guardados