Tropezó el Barça en Sevilla y la Liga ha tomado una dimensión distinta. No mucho de lo que estaba hace dos semanas, cuando el Madrid empató en La Coruña y se volvió a quedar a siete puntos. Ahora la visita mala para el grande ha sido en Sevilla, donde el Barça empató y saca cinco puntos de ventaja.
Quedan diez partidos para cada equipo -cinco en casa y cinco fuera-. Con excpeción del encuentro que les medirá en el Bernabéu el 16 de abril, los restantes nueve deparan cuatro encuentros en casa para el Madrid -Sporting, Zaragoza, Getafe y Almería- y cinco fuera que son espectaculares -Vicente Calderón, Bilbao, Valencia, Sevilla y Villarreal-. Para el Barça la cosa cambia. Los partidos en casa son cinco -Getafe, Almería, Osasuna, Espanyol y Deportivo- y cuatro fuera, donde aparte de la del Bernabéu sólo le exigirá la salida a Villarreal, y a ver cómo llega el equipo castellonense, al que la Europa League, afortunadamente para ellos, les está siendo mortal. Las demás salidas son a San Sebastián, Levante y Málaga. ¡Ya me contarán!
Con estas cuentas es lógico pensar que el Madrid se tiene que ceñir al partido en el Bernabéu, pero también que el Barça pinche en Villarreal, porque no parece normal que ninguno lo haga en ningún campo más y la diferencia seguiría siendo de dos puntos máximo. Si las cuentas le salen al Madrid, pero el Barça no pierde en el Madrigal, el equipo azulgrana seguiría con ventaja.
Así llegan las cosas tras un enorme partido de fútbol en el Sánchez Pizjuán. Le salió bien la apuesta defensiva a Manzano. Es improbable que de otra manera le puedas meter mano a este equipo, salvo el Madrid, claro, que jugándole al fútbol también le puede ganar. El encuentro de Nervión lo debió ganar por ocasiones el Barça, pero no lo hizo y se abre un tremendo panorama para la pasión futbolística. Siendo realistas, todavía con seria ventaja azulgrana.
PD: Hablando de Benzema... seis goles en dos semanas, con tres dobletes consecutivos. Será indiscutible ante el Lyon, a no ser de mourinhada. Seamos serios. Ahora, a pesar de sufrir las críticas más crueles, es el auténtico delantero centro de este equipo. Ya no es "Benzena", como le bautizó el ínclito director de un famoso periódico deportivo madrileño. Ahora es Benzema a secas, dando en las narices a quienes se atrevieron a negarle la calidad y a acusarle de pasota.