Menú
Daniel Blanco

Hasta siempre Karim

A Benzema le he querido en el Barcelona. imposible, más a medida de que te das cuenta que cuando ha probado la medicina blanca le ha gustado.

Me gusta el fútbol, me gustan los buenos jugadores. Se puede ser de un equipo y anhelar con ansiedad a la estrella de tu equipo rival. Se puede porque siempre tiendes a querer con fuerza lo que no puedes conseguir. Por eso a Karim Benzema le he admirado siempre. Me ha tenido sentado delante de la televisión, me ha obligado a ver al rival. Me ha sugerido, con pases y goles, que la belleza no está reñida con la rivalidad.

A Benzema le he querido en el Barcelona siempre. Algo imposible, más a medida de que te das cuenta que cuando ha probado la medicina de la camiseta blanca le ha gustado. Cuando Benzema se asienta y ves que supera con creces cifras de otros extranjeros en el Real Madrid es cundo te das cuenta que el sueño ya es imposible. Eso no puede suceder.

En su despedida, ahora, el francés transmite tristeza. "Es un día triste, pero las cosas suceden así" ha dicho en un ambiente algo frío como suelen ser las despedidas de los grandes en los grandes clubes, siempre sin alardes. Florentino parecía más emocionado que el propio jugador en el adiós y eso que han sido 14 años a un nivel muy bueno.

La cosa comenzó en verano de 2009 cuando el presidente presentó en cinco días a tres jugadores que marcaban la diferencia. Benzema, Kaka y Cristiano en un mes de julio para el recuerdo. El brasileño y el portugués copaban las portadas. El francés llegaba silencioso como ha sido él siempre. Un tipo frío, cauto, algo desconfiado. No era Top en aquel 2009 y en el Lyon habíamos visto buenas cosas pero no nos imaginábamos el jugador que teníamos delante. Un fuera de serie.

Dicen de él que es el ‘nueve’ que jugaba como un ‘diez’. Siempre le han definido así, creo que con un acierto pleno. Es lo que es Benzema. No es un delantero centro, no es el finalizador de las jugadas. Es alguien que juega, que sabe hacer jugar a los demás y que anota. En el Madrid siempre con cifras decentes, por encima de la decena de goles, algunas veces por encima, incluso, de la veintena. 24 en 2016, 27 en 2022, su culmen como jugador blanco.

Sólo una temporada algo más aciaga. La de la marcha de Cristiano a la Juventus. Aquella 2017-2018 jugó 22 partidos en Liga, marcó 5 goles, una cifra pobre para lo que es él. Una lesión compleja, la mala relación que tenía todavía (la mantiene) con el seleccionador Didier Deschamps y estar a la sombra descarada de un Cristiano que ocupaba todo el protagonismo. Tras la marcha de Ronaldo, en esa noche después de la decimotercera en Kiev, se esperaba que dieran el paso otros jugadores. Pero Asensio ("no soy el que tiene que tirar del carro", llegó a decir el mallorquín) o Bale no cogieron el testigo.

Fue Karim quien lo hizo y el madridismo le empezó a ver con otros ojos. Él también puso de su parte. Parecía más relajado, más desenfadado en el campo, sin mostrar nada nuevo de lo que había sido pero empezó a verse protagonista. Zidane le dio toda la confianza y Benzema estaba bien. El Bernabéu aprobó definitivamente al francés y la prensa volcó algo su rumbo.

Una prensa que había preferido a Higuain, a Morata o que se dieran oportunidades a delanteros de cantera. Unos aficionados que llegaron a silbarle en las primeras temporadas. Fue todo un cocktail que el francés supo llevar. Mostrando constancia, trabajo y pildoras que endulzaban de vez en cuando la cabeza del aficionado. Goles que marcaron una época, jugadas que te quedan en la retina como la de la Calderón en aquella semifinal de Champions cuando el Madrid estaba muerto ante el Atlético.

Desde la óptica de un rival deportivo, futbolísitco, he de decir que celebraba las suplencias de Karim. Aquella absurda batalla librada con Higuaín siendo Mourinho maestro de ceremonias para decidir quién era perro o quién gato. Podían jugar los dos. Mejor para el rival.

Se marcha un tipo singular, un buen jugador de fútbol con todo lo que eso significa. No un goleador, que también, no un centrocampista que hace jugar, que también. Benzema tiene todo y ahora, en los dos últimos años de su vida deportiva, lo van a disfrutar en Arabia Saudi. Él se lo ha merecido. Has conseguido que viera casi todos los partidos del Real Madrid. Has engrandecido la rivalidad. Hasta siempre.

Temas

En Deportes

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Hipoteca
    • Libro
    • Máster