Mucho se empeñó Michavila, más aún que su jefe Acebes, en vendernos las excelencias del Pacto sobre la Justicia con el PSOE. Por la experiencia del felipismo y la del aznarismo sometido al felipismo judicial, nos temimos lo peor: que a cambio de la paz fingida se consolidase la dictadura tradicional de las togas y puñetas felipoides. Una vez más, se ha demostrado que la experiencia es la madre de la ciencia. Los sociatas siguen usando los tribunales para hacer política cuando les conviene, sin respetar pacto ni pacta. No reza con ellos lo de “pacta sunt servanda”. ¡Como están contra el latín!
Pero es de una irresponsabilidad institucional sólo comparable a su frivolidad política ese empeño de pactar con el felipismo como sea, antes de las vacaciones de verano, ese obsceno reparto de los tribunales, aunque eso suponga tragar a políticos totalmente ajenos al Derecho, desde Martínez Noval hasta cualquier candidato del PSOE: Odón Elorza, Rafael Vera, El Pollo del Pinar... Si el PP traga deprisa, como manda Aznar, todo lo tragará. Hasta las heces.
Pero nos habían hablado de un pacto que evitaría la politización partidista de la Justicia y a lo mejor no lo entendimos bien. Explícalo otra vez, Michavila. Anda, porfa...
Servicios
- Radarbot
- Libro