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GEES

El eje del mal

El famoso discurso del estado de la unión del presidente Bush pronunciado en 2002 estaba en lo correcto. Hay un eje del mal que vincula el Oriente Medio con Asia y ese eje tiene como elemento central la proliferación nuclear.

El pasado 6 de septiembre, un número indeterminado de cazabombarderos israelíes, tal vez apoyados por comandos sobre el terreno, destruyeron una instalación militar que los sirios estaban a punto de completar. Entonces se sospechó enseguida que se trataba de un reactor atómico capaz de producir plutonio para una bomba. Ahora sabemos que efectivamente se trataba de eso. La semana pasada, la inteligencia norteamericana hizo públicas una serie de fotos, aéreas y desde dentro de la instalación, que no dejan lugar a dudas: en Al Kibar los sirios estaban construyendo un reactor atómico.

Lo segundo que sospechábamos y que ahora vemos confirmado era que Corea del Norte estaba detrás de todo el asunto. Siria no cuenta con la capacitación técnica para desarrollar por sí sola el complejo proceso de la tecnología nuclear para uso militar. Corea del Norte sí. Es más, Corea del Norte estuvo detrás de los programas nucleares clandestinos de Libia (hasta que Gadaffi, atemorizado, pusiera fin a los mismos a finales de 2003), Pakistán e Irán.

Ahora bien, lo que la CIA no ha dicho es el tercer elemento que falta en toda esta ecuación. Ha apuntado que la motivación exportadora de Corea del Norte es el dinero, hacerse con divisas que su régimen necesita vitalmente. Pero es dudoso que Siria pudiera pagar este paquete atómico. No tiene tanto dinero. A quien sí le sobra la pasta y está encantado de distribuirla generosamente en la región si con eso compra voluntades o avanza sus posiciones no es otro que Irán. De hecho, es difícil entender todo este asunto si no se triangula entre Teherán, Damasco y Pyongyang.

La CIA ha enseñado en esta ocasión fotos del principal director del programa nuclear coreano con sus contrapartes sirios, en algún lugar de la propia Siria. No tendría que esforzarse mucho para dar con imágenes similares entre iraníes y sirios. Si no lo hace se deberá a otras razones.

En todo caso, este "descubrimiento" (que la CIA no hubiera hecho sin la espléndida colaboración de la inteligencia israelí, dicho sea de paso) lo que viene a probar es que el famoso discurso del estado de la unión del presidente Bush pronunciado en 2002 estaba en lo correcto. Hay un eje del mal que vincula el Oriente Medio con Asia y ese eje tiene como elemento central la proliferación nuclear.

¿Qué hacer ahora que se ha descubierto el pastel? Según la AIEA de El Baradei, castigar a los Estados Unidos por no compartir antes su información con Viena. Bienvenido al mundo nuclear.

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