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Ignacio Villa

¡A la orden!

Ahora ha sido con los presupuestos, pero por lo que estamos viendo, cualquier ocurrencia que tenga Esquerra Republicana será inmediatamente aceptada por el Gobierno

El chantaje se ha consumado. En un acto de humillación sin precedentes el Gobierno de Zapatero ha cedido a las presiones de Esquerra Republicana. No está de más recordar que el líder independentista catalán ha mantenido hace pocos días una "reunión secreta" en Moncloa en la que exigía al presidente que su Gobierno rectificara en público sobre la unidad real entre el catalán y el valenciano.
 
Carod amenazaba con bloquear los Presupuestos Generales del Estado y a Zapatero le ha faltado tiempo para recoger velas. Llega un momento en que la cuestión política ya no es, sin más, la polémica lingüística. Es algo más grave: la imposibilidad del Ejecutivo socialista para gobernar sin la dependencia directa de los republicanos catalanes. Es evidente que Carod Rovira ha visto que el chantaje funciona y que por lo tanto podrá utilizarlo tantas veces como quiera.
 
Ahora ha sido con los presupuestos, pero por lo que estamos viendo, cualquier ocurrencia que tenga Esquerra Republicana será inmediatamente aceptada por el Gobierno. Carod y su gente ciertamente tienen la llave de la acción de gobierno de Zapatero y esto, además de ser rigurosamente cierto, resulta muy preocupante para todos. Cualquier capricho, cualquier venada de esta gente se hará de inmediato realidad "gracias" a ese ¿carácter? político de Zapatero. Una forma de entender la política que consiste en decir "SÍ" a todo con el objetivo de seguir adelante.
 
Zapatero se ha puesto en tiempo de saludo ante las ordenes de los independentistas catalanes. Es el precio político que está pagando para su propia supervivencia. Y desde luego la que se nos viene encima es de aúpa. ZP está a las órdenes de Carod.

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