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Ignacio Villa

ZP+CR = Sumisión

Zapatero está en las manos parlamentarias de ERC, y se encuentra prisionero de los caprichos de Carod Rovira y de sus lugartenientes

Qué poco tiempo ha tenido que pasar para que todo quede absolutamente claro. La verdadera situación del actual Ejecutivo era conocida, pero la realidad es inflexible y cruel con el presidente Zapatero. Su dependencia de los republicanos independentistas catalanes es absoluta. Una dependencia tal, que no tardará mucho tiempo en ser ciertamente asfixiante. Zapatero está en las manos parlamentarias de ERC, y se encuentra prisionero de los caprichos de Carod Rovira y de sus lugartenientes.
 
La última cesión de Zapatero, simbólica pero significativa, ha sido equiparar en la agenda del presidente del Gobierno a Mariano Rajoy con el líder republicano. El próximo martes será recibido el secretario general del PP por ZP, pero es que a la semana siguiente en esa "ronda encubierta" de diálogo recibirá a Carod como un claro gesto de desprecio hacia el partido más importante de la oposición. Zapatero intenta ningunear la fuerza del PP, mostrando así su absoluta sumisión hacia los independentistas catalanes.
 
Por cierto: ¿alguien ha escuchado alguna respuesta de algún miembro del Gobierno respondiendo a las descalificaciones mezcladas con convulsiones demagógicas de Puigcercós hacia la Comunidad de Madrid? Pues no, nadie del Gobierno ha respondido a este ataque frontal a una parte de España, nadie del Ejecutivo se ha atrevido a parar los pies a la última barbaridad de los socios catalanes del Partido Socialista. Ante tantos miedos, ante tanta ineptitud, ante tanta dependencia el PSOE ha quedado en una cruel evidencia.
 
Y ante tan lamentable espectáculo ha sido la propia Esperanza Aguirre quién ha tenido que poner el sentido común y las cosas claras. La presidenta madrileña ha salido al paso de forma contundente mostrando una vez más las peligrosas debilidades del Gobierno central. Y es que los republicanos tienen atado de pies y manos a Zapatero. Ellos dicen lo que les cuadra y en las filas socialistas callan. Esto no es miedo, es pavor.

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