Descanse en paz la carrera del comunicador radiofónico Don Imus o, al menos, su programa en la CBS. El despido del veterano presentador representa un ejemplo más de hipocresía, furia selectiva y obsesión por parte de nuestra sociedad con "la permeabilidad" del racismo anti-negros.
El 4 de abril, Imus aludía al equipo de baloncesto femenino predominantemente negro de Rutgers como "mujerzuelas con greñas", después de que el productor ejecutivo del programa matinal de Imus, Bernard McGuirk, llamase a las mujeres "rameras fuertes". Además, McGuirk describió el campeonato femenino de la NCAA entre Rutgers y Tennessee como "las negratas contra las imitaciones", una referencia a la película de Spike Lee School Daze sobre la tensión entre los negros mulatos y los de piel completamente oscura. Tras intentar primero restar importancia a sus palabras al calificarlas como una broma, Imus se disculpó varias veces y accedió a acudir al programa de radio de Al Sharpton como reprimenda.
Hágase cargo de la hipocresía. Sharpton nunca se disculpó por acusar falsamente a un ex asistente del fiscal del distrito de asaltar sexualmente en 1987 a la adolescente negra Tawana Brawley. Un gran jurado de Nueva York determinó que todo el caso Brawley era un fraude, y el asistente del fiscal del distrito demandó por difamación a Sharpton y a otros dos abogados. Un jurado multirracial decidió de manera unánime condenar a Sharpton a pagar 65.000 dólares al asistente del fiscal. Nunca se disculpó.
En 1989, después de que "la corredora de footing de Central Park" fuera agredida, violada y abandonada al creerla muerta, Sharpton la llamó "puta" y acusó a su novio de cometer el crimen. Nunca se disculpó.
Jesse Jackson también criticó a Imus. Pero en 1984, cuando Milton Coleman, del Washington Post, informó de que Jesse Jackson llamaba a los judíos hymies (un término despectivo, tipo "negro de mierda") y a Nueva York Hymietown, el reverendo negó al principio haberlo hecho. Días más tarde, Jackson se disculpó por sus comentarios antisemitas, pero necesitó más tiempo para decidirse a pedir perdón que Imus. El amigo y hombre de confianza de Jackson, Louis Farrakhan, amenazó públicamente al periodista negro Coleman en la radio y advirtió a los judíos: "Si perjudicáis a este hermano [Jackson], os advierto en nombre de Alá que será el último al que se lo hagáis". Jackson se negó a condenar las declaraciones de Farrakhan.
El director Spike Lee también pidió la cabeza de Imus. Lee afirmó, en una entrevista de 1992 en Esquire, que le desagradaban las parejas interraciales: "Fulmino con la mirada a las parejas interraciales. Se sienten incómodos cuando me ven por la calle". Esto le coloca en el mismo bando que, digamos, David Duke, el del KKK.
El senador republicano por Mississippi Trent Lott le echó un piropo al senador Strom Thurmond, de Carolina del Sur, en su centésimo cumpleaños: "Quiero decir esto acerca de mi estado: cuando Strom Thurmond se presentó a presidente, nosotros le votamos. Estamos orgullosos de ello. Y si el resto del país nos hubiera imitado, no hubiéramos tenido todos estos problemas a lo largo de todos estos años". Lott se disculpó y explicó que pretendía adular al anciano en su centésimo cumpleaños. Apareció en el Black Entertainment Television para recibir una reprimenda de una hora de duración. Spike Lee, en la televisión nacional y sin pruebas, llamó a Lott "un miembro de carnet del Klan". Nunca se disculpó.
Pero la hipocresía no se acaba con este trío. El senador Barack Obama, que quiere presentarse como candidato presidencial por los demócratas, se convirtió en el único de entre sus rivales en pedir públicamente el despido de Imus. "No solamente traspasó los límites. Se alimentó de algunos de los peores estereotipos con los que mis dos hijas se setán teniendo que enfrentar hoy en Estados Unidos. Es la noción de que por ser jóvenes afroamericanas –que espero lleguen a ser atletas– son menos atractivas o menos importantes. Fue un comentario degradante, que no estoy dispuesto a apoyar". Al parecer, el senador pasó ampliamente de la sensibilidad de sus hijas cuando permitió al magnate discográfico David Geffen celebrar un acto de recaudación de fondos para su campaña. La compañía de Geffen produce a raperos como Snoop Dogg, que utiliza con profusión palabras similares a las de Imus refiriéndose también a jóvenes negras, se jacta de empalmarse y producía películas porno.
La senadora Hillary Rodham Clinton también condenó a Imus, pero aún así celebró un acto de recaudación de fondos con el rapero y productor Timbaland. Tanto en sus propios canciones como en las de artistas a los que produce se emplean las palabras malditas.
En cuanto a CBS, la cadena de radio que despidió a Imus, también ellos demostraron un enfado selectivo. Uno de los más populares presentadores radiofónicos de la cadena, que proporciona consejo a los hombres sobre cómo tratar a las mujeres, se refiere rutinariamente a ellas como "calentorras" y "furcias".
Una encuesta mostraba la reacción al despido de Imus dividida en franjas raciales blanco-negro, con la mayoría de los negros de acuerdo con el despido y la mayoría de los blancos en desacuerdo. Declare esto otro ejemplo de hipersensibilidad por parte de los negros. Porque el equipo de baloncesto de Rutgers representa un grupo de mujeres realizadas, y que incluyen a la primera de su promoción, una estudiante de los cursos previos de la Facultad de Derecho y un prodigio de la música clásica.
¿Cuántas habían oído hablar siquiera de Don Imus antes de sus ofensivas declaraciones? ¿Alguna de estas damas tienen música hip-hop/rap con letras misóginas en sus iPods? He aquí una sugerencia: ignorad los comentarios. Después de todo, en los grandes almacenes de la vida, Imus trabaja en la juguetería.
