Aquellos a quienes aterrorizan las compras de Navidad y las dudas sobre qué regalo es apropiado para quién deberían pensar en regalar libros. No hace falta saber la talla, como en la ropa, o qué dieta tiene el destinatario, como con los dulces o el pastel de frutas. Otra de las mayores ventajas de los libros es que puedes comprarlos en Internet, sin tener que inspeccionar personalmente la mercancía antes de comprarla, de modo que se pueden evitar las aglomeraciones de los grandes almacenes.
Entre los libros nuevos de este año, Londonistán, de Melanie Phillips, es un relato revelador sobre cómo han sucumbido los británicos a la corrección política en lo que a su minoría musulmana se refiere, hasta el punto en que incluso la incitación al asesinato por parte de fundamentalistas musulmanes se deja sin castigo. Aunque los británicos han caminado en esta dirección mucho más que los estadounidenses, nosotros marchamos en esa misma dirección, guiados por nuestra élite académica y mediática. De modo que "no preguntes por quién doblan las campanas, doblan por ti".
Los británicos también han seguido mucho más lejos que nosotros el camino de dejar que los criminales no sean castigados por sus crímenes. De nuevo en esto, su experiencia puede servirnos de valiosa advertencia, puesto que Gran Bretaña ha pasado de ser una de las naciones más respetuosas con la ley en todo el mundo a tener una tasa de criminalidad superior a la de Estados Unidos. ¿Cómo ha podido suceder? Implantando las ideas izquierdistas sobre justicia criminal aún más a fondo de lo que se ha hecho en Estados Unidos, combinado con un rechazo dogmático a afrontar las cada vez mayores evidencias de los desastres que han creado las ideas "progresistas".
El nuevo libro de este año de Ann Coulter se titula Sin Dios. Al igual que sus demás libros, es una joya: inteligente y respetuoso con los hechos, sorprendente e incisivo, lógico y enfurecido. Recorre un amplio abanico de temas políticos, pero su temática unificadora es que el progresismo es una religión, carente de Dios pero basada en la fe, siendo su credo una visión social que es impermeable a cualquier hecho que le lleve la contraria. Para beneficio del resto de nosotros, Ann Coulter suministra los hechos, que con frecuencia son devastadores para el credo progresista, al igual que lo han sido sus libros anteriores.
Para cualquiera que tenga un hijo que esté planeando ir a la universidad, el libro más valioso que puede regalarle es la edición más reciente de una guía universitaria de 900 páginas titulada Elegir la universidad adecuada. Explica qué atmósfera se respira en numerosos centros, incluyendo cuáles tienen un plan de estudios real y cuáles permiten a los estudiantes licenciarse sin saber nada de historia, ciencias, matemáticas, economía, etc. También detalla los centros que padecen una asfixiante corrección política y cuáles, en cambio, permiten aún un mercado de ideas libre sin la amenaza de ser fulminado por reglamentos que especifiquen qué se puede decir y qué no.
Quien se sienta impactado por lo difícil que es crear una sociedad libre en Irak podría leer 1776, de David McCullough, que nos enseña lo difícil que fue crear una sociedad libre en Estados Unidos.
Otro libro de historia que tiene fuertes implicaciones para nuestro propio tiempo es La tormenta se avecina, de Winston Churchill. Relata los sucesos que durante los años 30 nos llevaron a la Segunda Guerra Mundial. Los mismos argumentos que se exponen hoy acerca de la guerra y la paz se ofrecieron entonces. Ahora sabemos la clase de palabras biensonantes que llevaron directamente a la catástrofe.
Mitos sobre ricos y pobres, de W. Michael Cox y Richard Alm, es un libro que acaba con muchos de los errores de concepto sobre las diferencias de ingresos que se repiten incesantemente en los medios de comunicación.
Otro libro que desmonta gran parte de la histeria organizada artificialmente que Expansión, de Robert Bruegmann. Si usted o alguien que usted conoce se cree a los defensores del "espacio abierto" y el "crecimiento inteligente" y hasta se los toma en serio, los hechos desnudos y los análisis de este libro harán que la histeria colapse igual que un castillo de naipes.
Los dos libros que he publicado yo este año son muy distintos entre sí. ¿Nunca se preguntó por qué? es una colección de 460 páginas de columnas mías, incluyendo muchas "ideas sueltas". El otro, Sobre economía clásica, es uno que, francamente, dudo que nadie que no sea economista pueda disfrutar leyéndolo. Pero cualquiera que haya estudiado suficiente economía para entender gráficos simples y unos cuantos términos técnicos lo podrá leer sin dificultad.
¡Felices Navidades! Si es que todavía se nos permite decirlo, claro.