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Juan Carlos Girauta

La posesión

La cantinela de la voz Navarra en quien representa allí al PP es un nuevo paso hacia el abismo de la España fragmentaria e insolidaria, de la desvirtuación de la Constitución y de las instituciones del Estado.

Antes de la toma de posesión propiamente dicha, una presencia extraña ya se alojaba en él. Íncubos, súcubos, no sé que demonuelos ataviados a la navarra. Así como algunos posesos hablan lenguas muertas o se pegan al techo, a este le ha dado por una lengua, más que muerta, mortífera. La de los apaciguadores que apoyan la política antiterrorista (ja) de Rodríguez; la de los equidistantes, tribu exasperante y supersticiosa que se cree muy justa: no me siento rehén ni del PSOE ni del PP; Esperanza Aguirre erró, pero ya se ha disculpado... Variantes político-festivas de una murga de pesado típico: como te digo una cosa te digo la otra y tal y tal.

No sé si tras la posesión al hombre le gira la cabeza 360 grados (para no perderse nada del espectro político) o se ha encaramado a la lámpara de araña de su despacho oficial (¡Aquí me quedo!) Pero tomen buena nota los exorcistas de un nuevo registro sonoro en la historia de las posesiones. Si las voces en latín o en arameo son un clásico, ahora suena con fuerza "la voz navarra". La voz a ti debida, Sanz. Una voz navarra en el Congreso que suponemos acompañada de voces extremeñas y castellano-manchegas. ¿Por qué no una voz barcelonesa o granadina?

Con este "guiño" –el poseso no deja de guiñar– se ha equivocado de foro. Sanz sabe perfectamente que todos y cada uno de los diputados representan a la totalidad del pueblo soberano. La cantinela de la voz Navarra en quien representa allí al PP es un nuevo paso hacia el abismo de la España fragmentaria e insolidaria, de la desvirtuación de la Constitución y de las instituciones del Estado. Predicar voces locales en las Cortes queda para los nacionalistas. ¡Señor, que complicadas son ciertas posesiones!

Lo que salva al poseso es que el resto es peor. Empezando por su segundo, autor de aquel adagio moral de resonancias meteorológicas: en la zona norte se respeta la palabra dada, dijo por alabar a Blanco. Y acabando por todos los terceros. De los filoterroristas maquillados y enemigos de España declarados, evitaré la glosa. Pero, ¡ah!, los socialistas... Como ese que exigía a Rajoy que no fuera a Navarra. ¡Qué basurientos prismas ha dado el PSOE de tanto morrearse con quien no debe! Chivite, majo, mira, Rajoy, como cualquiera de nosotros, se planta en Navarra, Ceuta, Galicia o Cataluña cuando le parece oportuno. Y tú no eres nadie para impedírselo. Ni para nada, por otra parte.

En España

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