Javier Sardà pidió el voto para Zapatero en el programa de la mileurista Ana García-Siñeriz. A mí me parece muy bien que los millonarios pidan el voto para quién mejor les trata, mientras no insulten a los demás, claro. Creo que es muy coherente con haber convertido a don Jesús, que en paz descanse, en el referente de la izquierda. Sí, sí, ya sé que Manuel Pizarro también es rico, pero en lugar de pintorrejear su currículo y fingir ser doctor, se sacó dos oposiciones con carácter previo.
Yo, les digo a los papás y las mamás que leen Libertad Digital, que piensen en sus niños y que no voten al partido socialista.
No hay que votar a Zapatero, porque su publicista es un horror. En Cataluña presenta las campañas del PSC su secretario de organización. Presume de ser tan malo como Rubalcaba, pero sin el talento de don Alfredo, y eso se nota. La última fue la de pintar a Rajoy como un asesino a sueldo, con eso de "si no vas a votar, ellos vuelven". Pero gracietas sabemos hacer todos, y todos nos hemos imaginado inmediatamente una foto de Carmen Chacón con el lema: "si les votas, ella se queda". Una foto de Josep María Sala en X-Files-a, otra de Narcís Serra en Mata-hari y otra del mismo Narcís y de Rubalcaba en La vida de los otros.
No hay que votar a Zapatero, porque miente cuando dice que "ni firmé el Pacto del Tinell, ni lo conozco".
No hay que votar a Zapatero, porque el PSC es un partido nacionalista más; después de cuatro años tripartitos, el mapa oficial de la tevetrés, el del tiempo, sigue considerando un cacho de Francia, la franja de Aragón, la Ribagorza, Valencia y Baleares como Cataluña.
No hay que votar a Zapatero, porque quiere prohibir al Gobierno socialista de Aragón bajar los impuestos. Muchas empresas de Lérida están comprando suelo industrial en Binéfar y en Fraga. La respuesta del socialista Castells es que se prohíba al socialista Marcelino Iglesias bajar los impuestos.
No hay que votar a Zapatero, porque está a favor del canon digital.
No hay que votar a Zapatero, porque con su venia, una empresa pretendía perjudicar a cien mil accionistas catalanes, ofreciéndoles la mitad de lo que valían sus acciones.
No hay que votar a Zapatero porque socialistas de toda la vida como Rosa Díez, Fernando Savater o Alfonso Lazo no le votarán. Tampoco le votará su profesor Francisco Sosa Wagner. No le va a votar ni Maragall, aunque eso no sé si es bueno o malo.
No hay que votar a Zapatero, porque el presidente de la Generalitat, de Córdoba, y la consejera de trabajo, de Aguilar de Campoo, que llevan toda la vida en Cataluña y que han sido incapaces de aprender a hablar en catalán decentemente, multan a sus paisanos por rotular en castellano.
Y si después de todo esto, aún tienen dudas, piensen que hay que evitar a toda costa que el doctor Montes sea ministro de Sanidad.