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Gabriel Calzada

Ea, ea, ea... Chávez se cabrea

Dudo mucho que Correa le siga el juego por mucho tiempo. La labor incansable de Uribe ha logrado que la comunidad internacional haya dejado de ver a esos revolucionarios colombianos como simpáticos idealistas.

Por si a alguien no le había quedado clara la alineación de Hugo Chávez con la guerrilla comunista de las FARC, sus actuaciones en las últimas horas suponen toda una declaración jurada. El éxito que el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, ha cosechado en su enésima ofensiva contra el movimiento terrorista totalitario en la que ha caído el dirigente comunista Raúl Reyes ha sacado de sus casillas al gorila rojo quien, desde su insufrible programa de televisión, Aló Presidente, ha ordenado la retirada de su embajador en Bogotá y mandado diez batallones a la frontera con Colombia después de guardar un minuto de silencio por uno de los terroristas más sanguinarios de Latinoamérica.

Si el monopolio del uso de la violencia puede tener alguna justificación, esa es precisamente la de la ventaja competitiva que puede tener en el uso que Uribe le da para proteger la vida y la propiedad de los colombianos de las fauces de las FARC. Ese uso defensivo de la violencia –que desgraciadamente Uribe no mantiene en su "lucha contra el narcotráfico"– es precisamente lo que ha hecho que la popularidad del presidente colombiano se mantenga en máximos históricos desde su llegada al poder. Alguno dirá que a Reyes se le abatió en suelo ecuatoriano y que eso no puede considerarse un uso defensivo de la violencia. En mi opinión lo que constituiría un uso ofensivo de la violencia sería la matanza de inocentes –que no se ha producido– o el uso de los fondos públicos de los ecuatorianos para proteger a estos criminales que manchan de sangre al movimiento de izquierdas.

Chávez se ha apresurado en convencer a Rafael Correa de que debe poner firme a Uribe y ha declarado él mismo que la muerte de un criminal de las FARC en la frontera venezolana sería motivo de guerra. Eso sí que es dejar bien claro tu disposición a usar los impuestos de los maltrechos venezolanos para sustentar el intento de eliminar las libertades individuales en el país vecino. Sin embargo, dudo mucho que Correa le siga el juego por mucho tiempo. La labor incansable de Uribe ha logrado que la comunidad internacional haya dejado de ver a esos revolucionarios colombianos como simpáticos idealistas. La lucha contra esos desalmados ha recuperado la legitimidad que nunca debió perder, y contra eso es muy difícil luchar por muy "hermosa" que sea la experiencia democrática de estos dos amantes del autoritarismo.

El todavía presidente de Venezuela se cabrea, vocifera y da brincos y piruetas desde la jaula dorada en la que empieza a convertirse su Gobierno. Motivos no le faltan. Chávez es miembro honorífico de un club internacional para la recuperación del socialismo conocido como Foro de Sao Paolo que empieza a perder socios después de un largo periodo de expansión. Para colmo de bienes, este benefactor de los terroristas latinoamericanos ha perdido un referéndum al son del "por qué no te callas", está perdiendo lentamente a su amigo Fidel Castro, una asquerosa multinacional capitalista como Exxon le está ganando la partida contra sus impunes expropiaciones en tribunales internacionales y la población se está atreviendo a contestar sus continuas payasadas belicosas. Ea, ea, ea...

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