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Santos Mercado Reyes

PEMEX debe privatizarse

La burocracia de PEMEX empezó a engordar. Cada trabajador o funcionario vio la oportunidad de meter "a trabajar" a la suegra, cuñada, hermana, tía, amante o hijos. Familias completas disfrutan de la renta petrolera, aunque no hagan nada.

Cuanto más importante y estratégica sea una industria, más alejada debe estar de la influencia gubernamental. ¿No queremos darnos cuenta que dejar a los políticos la gestión de empresas es condenarlas al fracaso seguro?

Los dueños de las 17 compañías petroleras extranjeras que fueron despojados de su patrimonio en 1937 por el presidente mexicano Lázaro Cárdenas Del Río se deben estar riendo en sus tumbas de los burócratas que les robaron sus empresas y no supieron hacerlas funcionar.

Lo mismo sucedió cuando expropiaron los ferrocarriles y terminaron convirtiéndose en chatarra. Pero el caso más patético fue la reciente creación del Instituto Federal Electoral, para que supuestamente garantizara elecciones limpias, pero que se ha convertido en una cueva de ladrones con fácil acceso a las arcas abiertas del erario.

¿Qué evidencia histórica existe para garantizar que los burócratas pueden producir mejores bienes y servicios que las empresas privadas? Cuando Lázaro Cárdenas creó el monopolio PEMEX y lo puso en manos de políticos, amigos, parientes y seguidores sentó las bases del fracaso de nuestra industria petrolera.

Naturalmente, la burocracia de PEMEX empezó a engordar. Cada trabajador o funcionario vio la oportunidad de meter "a trabajar" a la suegra, cuñada, hermana, tía, amante o hijos. Familias completas disfrutan de la renta petrolera, aunque no hagan nada. Comparando los sueldos de un trabajador de Coca-cola con otro de PEMEX, el segundo recibe siete veces lo del primero. Y no mencionaré los contratos fantasma a precios inflados que se dan a los amigos o a las empresas particulares de los directivos de PEMEX.

La realidad es que cualquier solución es mejor que dejar una empresa en manos de la burocracia gubernamental. Es preferible que cualquiera pueda comprar un pozo petrolero y lo explote como quiera a que el Estado nombre a un burócrata y le asigne un sueldo de cien mil pesos para que instrumente el plan gubernamental.

Mientras más importante y estratégica sea una empresa más alejada debe estar de la influencia gubernamental. El petróleo pudo haber proporcionado a México un gran desarrollo, pero se siguió el peor método: burocratizarlo para gestionarlo con criterios políticos.

Corregir el error cometido hace 70 años por el Gobierno izquierdista de Cárdenas implica aceptar que el Estado, los burócratas y los políticos deben quitar sus manos del asunto petrolero. ¿Quién debe explorar, extraer o procesar el petróleo? Respuesta: cualquiera menos los del Gobierno, para que tome decisiones bajo criterios económicos y no políticos.

En Libre Mercado

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