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Carlos Semprún Maura

Un clima islámico

Ahora el memo de Delanoe se ha convertido en la esperanza del socialismo francés. Magnífica noticia para Sarkozy, dicho sea de paso; el PS prepara su reelección con entusiasmo.

Cuando estuve en Madrid, a finales de mayo, mis amigos me decían que era la primera vez que habían sufrido tanta lluvia y tanto frío a esas alturas del año. De vuelta a París, hacía más frío y más lluvia. Este lunes parece que el tiempo cambia y nos trae algo de sol, pero por lo visto no va a durar.

El año pasado, el alcalde de París Bertrand Delanoe, con generoso despilfarro, cubrió los muros de la capital y las columnas Morris de anuncios que alertaban a las masas contra el peligro de la canícula. Sin embargo, el verano fue tan frío que hubiera debido advertir más bien contra la peligrosidad de la gripe en verano. Ya sé que el dichoso cambio climático no se mide en una ciudad, ni siquiera en un país, pero hay muchos más ejemplos, como el último invierno en Buenos Aires, que fue uno de los peores de su historia, con heladas y nieve. Los niños encantados, como en una película de Fellini. Lo del cambio climático es una farsa, y lo del medio ambiente, una estafa, pero millonaria, eso sí.

Eso no quita que Bertrand Delanoe, según los sondeos, es quien más posibilidades tiene de hacerse con la jefatura del Partido Socialista y ser el próximo candidato socialista a las presidenciales de 2012. Cuando a finales de 2006 Ségolène Royal ganó las primarias en su partido, Delanoe apenas contaba. Como crece la desilusión con Ségolène y Delanoe ha triunfado en las municipales parisinas, todo ha cambiado, y ahora el memo de Delanoe se ha convertido en la esperanza del socialismo francés. Magnífica noticia para Sarkozy, dicho sea de paso; el PS prepara su reelección con entusiasmo.

El fallo de un tribunal de Lille, capital de provincias, cuya alcaldesa es Martine Aubry, armó mucho barullo la semana pasada, polémica que aún no se ha apaciguado. El juzgado en cuestión aceptó anular un matrimonio porque la recién esposada no era virgen. Esa "culpa" no existe en el Derecho francés, pero sí, y mucho, en la ley mahometana. Se dice que la pareja, obligada a casarse sin ganas por sus familias musulmanas, encontraron esa argucia para separarse, que es lo que querían, y que todo el tumulto en torno a su caso les molesta muchísimo. Lo siento mucho, pero si no querían casarse, que no se hubieran casado, y si no se atrevían a enfrentarse a sus familias musulmanas siempre se podían haber divorciado, que el divorcio existe en la ley francesa, pero, ay, no en la musulmana.

Lo grave del caso es que un tribunal laico y republicano francés ha aceptado disolver un matrimonio "arreglado" según las normas religiosas de la sharia mahometana. Y eso demuestra la influencia creciente del islam en las instituciones francesas. Algo mucho más grave que el clima podrido que soportamos desde hace años. ¿Cuándo volverá la bienvenida canícula? ¿Cuándo se convencerán los franceses que sus imperfectas leyes son infinitamente más humanas que la sharia?

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