Ángel Acebes no está dispuesto a que el PSOE cave su tumba política, y por si su partido no lo defiende, ha decidido defenderse solo y que lo siga el que quiera. Sabia decisión. La generosidad no es la virtud más característica del político profesional y en el PP hay mucha gente que lo que quiere es que pasen cuanto antes las europeas. Luego, Dios dirá. O más bien, Alá, en cuyo nombre se cometió la masacre del 11-M y de cuya sombra no nos vamos a librar en mucho tiempo.
La impresión que hasta ahora produce lo publicado acerca de los agujeros negros de la masacre y su manipulación posterior es que la mafia policial del PSOE, incrustada en las Fuerzas de Seguridad desde el felipismo tardío y mantenida en sus puestos e incluso ascendida por la ingenua estupidez típica de la derecha, trabajó para el PSOE entre el 11-M y el 14-M. Lo que está publicándose desde hace una semana en El Mundo permite temer que trabajara en el área de preparación de la masacre varios meses antes, lo cual le habría permitido tener una información de primera mano que tal vez nunca llegó al Gobierno.