En mi opinión, cada cual es muy libre de hacer lo que le parezca. Yo soy católico y practicante pero entiendo que "muchos son los llamados y pocos los escogidos" y cuando alguien no tiene la fé necesaria que se case como quiera. El cristianismo y el catolicismo están abiertos a todo el que desee acercarse y el que lo hace recibe un don. Como católico sólo puedo sentir tristeza porque ese don ilimitado no quiera ser recibido por algunos porque son ellos los que lo pierden.
Otra cosa es, como se apunta por algun comentario anterior, que ciertos estamentos de la curia estén haciendo más apostolado político que divino. Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, pero el que recibe los bienes por dedicación a uno de ellos (el caso de la curia) si se dedica más al otro sabe que está perjudicando a aquel al que debe fidelidad.
Así pues, el Vaticano debería poner orden y darle a elegir al que así lo manifieste que sirva a lo mundano, pero que también se mantenga de él y por lo menos no estorbe al que pueda venir después de él a atender las necesidades espiricuales de los que profesan la fé.
Vamos, que hablando claro y menos fino y silosófico: que los pongan en la puñetera calle y que sus coleguis separatas los mantengan, que mi colaboración a la Iglesia (la económica) no la tengo precisamente pensada para que independentistas vascos ni catalanes lleven una carrera política paralela al ministerio del sacerdocio.
Punto pelota.
Como parece ser que esto se desmadra, el papa tiene que intervenir y excomulgar a esta gentu...y a todos estos canall...que promulgan el odio a los cristianos quemando iglesias etc que les caiga el peso de la ley.
A ver, el vaciamiento de las iglesias de Cataluña tiene varios factorres:
Islamismo rampante y subvencionado.
Dominio "cultural" y social de la extrema izquierda(hecho que tambien pasa, aunque menos, en el resto del país.
Alinamiento de la iglesia con el nacionalismo.
Cataluña es tan española que muestra la quinta esencia de la degradación del pueblo español.
Ah, habrá que orar por estos hermanos que han embarrancado en la la fe, para que dejen al dios "pela" y vuelvan al adorar al Único Dios de todo lo visible y lo invisible, que un lapsus lo tiene cualquiera.
echar la culpa de la secularizacion al nacionalismo es una hipotesis que necesita de pruebas. vaya periodismo.
Esto el cardenal Sistach lo soluciona en un decir Pujol, mediante una pequeña y vigorizante inmersión teoilógica...
Y en Pais Vasco ya veremos. Yo soy alaves, y me casé en la provincia de Burgos por el asco que me da la curia vasca.
Esto es lo que ocurre cuando se trata de servir a dos señores, a Dios y a la nazión, pues que se acaba sirviendo a un señor y olvidando al Otro...
El tema de fondo es la falta de fe. El nacionalismo es contrario por concepto al catolicismo; y el socialismo como demuestra que los conversos abandonan sus estructuras es claramente laicista y anticatólico.
En Catalunya es claro quien recibe el soporte de la ciudadanía. Nñoñ depende sólo de la Iglesia, tenemos todos los medios de comunicación dedicados al nacional-socialismo. Las escuelas públicas, las subvenciones a las privadas, la falta de competencia y la adjudicación selectiva de nuevos centros educativos concertados, etc hacen que Catalunya se haya convertido en un engendro cultural muy desagradable.
Es claro que la Iglesia, los católicos tenemos muy complicado huir de este amibente que lo impregna todo y lo corrompe todo. Y si bien hoy por hoy es cierto que se está empezando a luchar contra todas estas corrientes no es menos cierto que a lo largo de décadas, quien percibía esto emigraba a otros seminarios y se iba de Catalunya dejando menos elementos para combatir este mal. Son muchos los sacerdotes que conozco que fueron en su día a Toledo, Navarra etc evitando la deriva nacionalista de algunos sectores que sin oposición han copado todos los cargos de responsabilidad.
Esto lleva implícito la falta de colaboración que sufre el obispo de Barcelona. Cosa que se ha podido evitar en Terrassa porque es un obispado de reciente creación y no tenía estructuras propias, y han sido creadas por el actual obispo.
En general, lo peor que pasó fue en los años 70-80 con la politización de los sacerdotes en Catalunya y que ha traído como consecuencia la situación actual, siendo lo peor la falta de fe reinante incluso dentro del seno de la propia Iglesia.
Pero no importa porque la Iglesia es de Dios, y Él sabrá sacar cosas buenas de esta situación como ha hecho durante toda la historia de la humanidad.
Dios proveerá
¿Ee puede decir el autor real del artículo las mismas cifras de otras regiones o de otros países europeos?
¿El artículo persigue el fin de criticar una vez más a Cataluña, una vez más a la Iglesia, a la Iglesia en Cataluña, o es por la falta de valores a nivel mundial?
Que cada día hay menos gente creyente es notorio.
Que cada día la Iglesia consigue que haya menos creyentes también es algo evidente.
Que cada día la Iglesia catalana consigue que los pocos que quedamos recemos en nuestras propias casas y nos hayas distanciado de la celebración de la liturgia y de cualquier sacramento, también es algo evidente.
Conozco casos cercanos de sacerdotes que se creen los amos y señores de su iglesia y piensan que Jesucristo sólo entiende el catalán. Se niegan a celebrar matrimonios y otros sacramentos en catalán. Pero estoy seguro que esto pasa en las demás regiones con dos idiomas cooficiales.
También conozco casos del dichoso fotógrafo que facilita el cura ¿y en el resto de España?
otros casos que prohíben coro rociero u otras "incongruencias" regionales.
y ahora, y sin que sirva de precedente, haré de abogado del diablo: ¿para qué se casa la gente?
¿es necesario que haya cinco familiares del novio y otros cinco de la novia en el presbiterio como si fuese cualquier fiesta familiar no religiosa?
¿cuántas novias se casan con los hombros descubiertos e incluso con escotes vertiginosos?
¿que porcentaje de asistentes comulgan en una boda (novios y padrinos incluidos?
creo que el folclore es una cosa antagónica con la religión.
claro, que también a veces pienso que la propia Iglesia es antagónica a la religión.