Owsley Stanley, conocido como "El millonario del LSD" murió en un accidente de coche en el norte de Australia. Stanley comentó a trabajar con el grupo de rock The Grateful Dead como ingeniero de sonido. Sin embargo, fue más conocido por su talento como químico –con la ayuda de una novia y un amigo, su producto tenía una pureza del 99,9%- y por ser el principal proveedor de LSD en los sesenta.
Desde su laboratorio de San Francisco, Stanley llegó a manufacturar 1,25 millones de dosis de LSD entre 1965 y 1967. La droga le permitió hacerse rico. De hecho, el dinero obtenido de la venta de alucinógenos sirvió para financiar The Grateful Dead. La banda le dedicó una canción, "Alice D. Millionaire".
En 1970 fue detenido y cumplió dos años en un correccional. Stanley jamás creyó que delinquía. Consideraba que prestaba un servicio a su comunidad. "¿Acaso era un criminal? No. Yo era un buen miembro de la sociedad", contaba Stanley en una entrevista publicada en 2007, en San Francisco Chronicle.
En los ochenta, Stanley se instaló en Australia. Falleció en un accidente de tráfico en Queensland. Su esposa Sheilah, que lo acompañaba en el vehículo, sólo se fracturó la clavícula.