Ser la izquierda, ser la verdadera izquierda, es el trofeo que Podemos usurpó a los socialistas y que muchos militantes socialistas suspiran por recuperar.
Germán Yanke, bien claro en sus opiniones cuando hacía falta, tenía esa generosidad característica de las almas verdaderamente cosmopolitas de la que habló Rousseau.
Recuerden que la política de Rajoy, a pesar de su mayoría absoluta, se caracterizó por mantener casi todo aquello que en la oposición no quiso aprobar.
Sánchez dirá de su rival que es la que hizo posible que el PP siguiera en el Gobierno y Díaz dirá del suyo que es el recordman absoluto de derrotas consecutivas del PSOE.
Si la Ley de Memoria Histórica de Zapatero fue un delito de lesa patria, su ampliación arbitraria, siniestra, sin paralelo en Europa, es un delito de lesa humanidad.
Los enemigos de estas entidades pondrán el grito en el cielo y denunciarán la privatización de los gobiernos, pero, en realidad, se trata de una colaboración harto provechosa.