La propaganda hay que leerla a la inversa. Como a Errejón, que denuncia el hambre en España mientras defiende, al negarlo, el hambre del 'socialismo del siglo XXI' en Venezuela.
El camarada Girón, como los discípulos vallecanos de Hugo Chávez y como el presidente Sánchez, desconocía que la Economía tiene leyes que no se saltan firmando un decreto para la galería.
Cualquier formación liberal, o perteneciente a una socialdemocracia mínimamente moderna, hubiera aprovechado la oportunidad para pedir la supresión de un impuesto injustificable.
A partir de 1948, muchos judíos huyeron al actual Estado de Israel, destino extravagante para muchos habitantes del que Stefan Zweig bautizó como el "mundo de ayer".