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Andalucía

"Situación límite del olivar" andaluz que podría hacer que aumente aún más el precio del aceite

En 2022 la producción de aceite de oliva fue un 60% menos y en 2023 podría ser aún peor debido a la falta de lluvias y el calor extremo.

Las noticias de Herrero: El precio del aceite de oliva alcanza máximos históricos

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En 2022 la producción de aceite de oliva fue un 60% menos y en 2023 podría ser aún peor debido a la falta de lluvias y el calor extremo.
Campo de Olivos en Priego, Córdoba. | Alamy

La sequía prolongada y el aumento de las temperaturas en Andalucía está generando grandes problemas para los agricultores. Especialmente para los que producen uno de los tesoros de la gastronomía española y uno de los principales productos que se exportan en la región: el aceite de oliva. En los últimos tres años el precio del litro de aceite de oliva se ha disparado en los supermercados casi un 90% llegando a rondar los 7€ euros. Este aumento del precio para el consumidor final también ha supuesto que caigan las ventas del mismo cerca de un 13%.

Esta situación ha provocado la aparición de "bandoleros" según Miguel Soto, Secretario General de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Aceite de Jaén, que en el programa En Casa de Herrero de esRadio dibujó un panorama preocupante en uno de los principales productos que España exporta y que es la base de la llama dieta mediterránea.

Soto dijo que "estamos ante una situación límite en el olivar" porque "las lluvias llegaron tarde" y "el momento de floración fue terrible con las altas temperaturas". Esperan "volver tener una campaña tan baja como la del año anterior en torno a las 200.000 toneladas, un 60% menos de lo que viene siendo habitual en Jaén". También señaló que los agricultores "están muy preocupados porque los insumos han subido muchísimo, los gastos están disparados, hay muy poca cosecha y venimos de una cosecha muy mala".

"Es cierto que los precios están muy altos, pero al final al agricultor esos precios altos no le suelen llegar porque los costes de recolección, de corta y de mantenimiento siguen siendo los mismos", destacó el Secretario General de la IGP Aceite de Jaén. Advirtió que "la preocupación del sector es bastante grande" ya que a todo lo anterior "se suma que no va a haber muchos jornales porque al final no habrá mucha recolección. Van a ser economías muy de subsistencia, recolecciones familiares y van a demorarlas mucho. Va a ser complicado encontrar calidad. Desde el consejo nos preocupa bastante".

Miguel Soto explicó que aunque "la intensificación" del cultivo de aceitunas "es una realidad" en la provincia de Jaén es mayoritario "el olivar tradicional" y que gran parte del mismo "empieza a ser productivo tras diez años". Este tipo de olivar es "bastante más complejo" y la recolección se realiza de forma "manual" aunque también los hay que están "mecanizados". Dijo que "son 9 millones de jornales los que llegan a darse en Jaén únicamente" y que "esta recolección va a ser mucho más larga, más compleja y con menos jornales" porque "no hay fruto" mientras "se sigue demandando aceite, los mercados exteriores siguen comprando aceites a estos precios sin ningún problema y nos preocupa mucho que en mercados locales se empiece a encarecer tanto que el consumidor deje de consumirlo como base de la dieta mediterránea".

"Bandoleros del Siglo XXI"

El Secretario General de la IGP Aceite de Jaén dijo que para que en los próximos años no suceda lo mismo que en los previos esperan "que llueva correctamente y que empiece a haber políticas de aguas correctas" para "que se pueda recolectar el fruto". Con la normalización de la cosecha el precio final del litro de aceite de oliva, que actualmente ronda los 7€, tendría que bajar. Aunque Miguel Soto espera que se quede entre los 3 y 4 euros porque cuando estaba a 2 "el agricultor pierde".

Cree que una bajada de 3 o 4 euros del precio actual "es un precio razonable para todos y el agricultor gana, el envasador gana, toda la cadena gana y, al final, el consumidor tiene un gran producto a un precio razonable". Piensa que "al doble es complicado" y entienden "a los consumidores". Sin embargo, ha destacado que "al final con un litro de aceite bien gestionado se puede comer mucho y comer bien" y que hay que "valorarlo como el oro líquido que es".

En este sentido ha pedido a los consumidores de aceite de oliva que compren los productos que lleven "los sellos de calidad" porque "ya que lo pagan caro que por lo menos sea un producto de alta calidad". Ha advertido que con esta subida de precios "empiezan a verse casos de bandoleros del siglo XXI que mezclan aceites y hacen cosas que no se deben hacer y están destruyendo un producto que nos cuesta mucho ponerlo en valor y ponerlo en la mesa". "La marca blanca tiene precios razonables y los bandoleros son los que hoy en día venden aceite a precios que no son posibles. Si está entre 7 u 8 euros no puedes venderlo a 5. La cadena no lo permite y algo raro lleva. Se ha descubierto que son mezclas y cosas que el consumidor cree que está haciendo una compra excelente", ha contado Miguel Soto.

El Secretario General de la Indicación Geográfica Protegida Aceite de Jaén ha destacado que el del olivo "es un cultivo que es rentable, que se consume y del que crecen cada vez más las exportaciones. Jaén significa el 25% del aceite del mundo. Una de cada cinco botellas del mundo sale de Jaén".

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