
Candy, el maltratador trans que cumple prisión en un módulo de mujeres, será procesado por la brutal paliza que dio a su exmujer el año pasado, así como por dar de beber a su hija menor de edad hasta emborracharla. Así lo ha decidido la titular del Juzgado de Instrucción número 15 de Sevilla en un nuevo auto en el que, tal y como subraya el abogado de la mujer, José Antonio Sires, "aporta datos escalofriantes de la agresión sufrida por su víctima y de cómo trató a su hija, hasta el punto de sufrir una intoxicación etílica".
Los hechos recogidos en el nuevo auto se produjeron el 9 de julio de 2024, cuando Candy se personó en el domicilio de su exmujer acompañado del hijo de ambos, momento en que "procedió a empujar violentamente al menor". La madre, que observó lo sucedido desde el balcón, bajó a abrir la puerta y "en presencia del hijo común de ambos", recibió "sobre ocho bofetadas y puñetazos en el brazo", además de serias amenazas de muerte. Concretamente, Candy le habría dicho que le quedaban "pocos días de vida, y que iba a enviar a unos gitanos a su casa para matarla".
Tras acorralarla contra la puerta de salida, la mujer consiguió salir a pedir auxilio al exterior, "mientras que la investigada Candy, para evitar que llamase a la Policía, la agarró fuertemente del pelo". Poco después, llegó la hija de ambos, también menor de edad, que había estado en compañía de su padre, y a quien, según el auto, este le proporcionó "entre 8 y 10 copas de alcohol (ron, whisky y ginebra), que provocaron que la menor tuviera que ser asistida poco después en un centro médico por intoxicación etílica".
Con todo, tras tomar declaración tanto a la víctima como a los dos menores, la juez considera que hay suficientes indicios para procesar a Candy, a quien está previsto que llame a declarar en los próximos días, ya que, en su día, declinó acudir a los juzgados, alegando que estaba fuera de España. Semanas después, no obstante, sería detenida para cumplir 15 meses de prisión por agresiones anteriores.
Una burla permanente a la Justicia
Candy, antes Cándido, llevaba en paradero desconocido desde el mes de octubre de 2024, haciendo creer que se había fugado a Marruecos. Sin embargo, el pasado 4 de julio una patrulla de Policía Local le encontró sentado tranquilamente en una terraza de un bar en Espartinas, en Sevilla.
Aquel sería el final de su escapada, aunque para entonces ya habría conseguido consumar otra burla a la Justicia. Tras acogerse a la Ley Trans en el verano de 2023, Candy fue ingresado en el módulo de mujeres de la prisión de Sevilla 1. Pero, además, ha logrado que este nuevo episodio de maltrato sea juzgado en un tribunal ordinario, zafándose así de un posible delito de "violencia de género" que hubiera supuesto un agravante.

