José Antonio Alonso dejó claro cuál va a ser el argumento que esgrimirá el Gobierno para justificar algo difícilmente justificable: una subida de impuestos en plena recesión económica. El socialista alegó este sábado que habrá reforma fiscal para garantizar los servicios que proporciona el Estado y trató de convencer de que son "insolidarios" quienes critican la medida, entre ellos Rajoy.
Este domingo, El País cuenta algo de una reforma fiscal de la que hasta ahora apenas se sabe nada. Según el diario, el Gobierno planea subir sólo los impuestos de las rentas del capital. Con esta decisión, quieren convencer de que la subida de impuestos no perjudicará a las clases medias y a los trabajadores. Cuenta Luis R. Aizpeolea citando fuentes gubernamentales que Zapatero habría dado orden de no incrementar los impuestos sobre las rentas del trabajo para no cargar sobre ellos el coste de la crisis.
Ese será el argumento, falso, que utilizará el Gobierno para defenderse: que subiendo los impuestos de, por ejemplo, los intereses bancarios, los dividendos o las plusvalías por vender una casa no se perjudicará a la clase media. Según recuerda El País, el Gobierno tendría varias opciones para abordar esa subida: aumentar el tipo impositivo, ahora establecido en el 18 por ciento para todas las rentas del capital, o aplicar tipos distintos según el producto de ahorro o el plazo en que se haya recibido la ganancia.
Los detalles, o al menos algunos de ellos, llegarán, según El País , el próximo 6 de septiembre, cuando Zapatero participe en la fiesta minera de Rodiezmo, en León, donde abrirá el curso político y previsiblemente anunciará, además, una subida de las pensiones mínimas. Pero habrá que ver si es este el único punto en el que el Gobierno introduce reformas: Elena Salgado reveló en el Congreso que están revisando todos los impuestos.