Menú
EDITORIAL

Rubalcaba en su búnker

El PSOE que nos espera, que le espera a España y al Gobierno de Mariano Rajoy, será un retorno a la edad de piedra de la izquierda. Se equivoca el PP, si cree que el PSOE ha madurado y superó el estilo de su feroz cacería a Adolfo Suárez

 Los nombres de la Comisión Ejecutiva elegida este fin de semana perfilan las hechuras de búnker nostálgico que tendrá el mandato de Alfredo Pérez Rubalcaba en el PSOE. Si hubo una vez una candidata llamada Carmen Chacón, su huella ha sido borrada de la foto, como la de Trotski en la propaganda estalinista. El propósito de la ex ministra de volver a presentar batalla en las primarias por la candidatura socialista a la Presidencia del Gobierno, en 2015, parece más la secuela de un trauma no asimilado que una opción que pueda tomarse en serio. Habrá primarias, sí, pero es probable que Rubalcaba ya tenga sus propios planes para el candidato de 2015 y seguro que en ellos no entra la señora Chacón.

La Ejecutiva de Rubalcaba es una Corte fiel y curtida para un "estajanovista" del control, un "monje del poder", como lo ha definido el señor Julio Somoano en su biografía no autorizada del ex ministro de Felipe González y de Rodríguez Zapatero. Rubalcaba escribe una clara directriz en esa lista, en la que no faltan fieles como Elena Valenciano, Patxi López o Trinidad Jiménez, junto a muñidores turbios como Gaspar Zarrías, sedicentes flotadores como Rafael Simancas o conversos astutos como Rafael Caldera: nada de experimentos telegénicos, nada de poner la política en manos de asesores de imagen, nada de paredes de cristal y puertas abiertas.

El PSOE vuelve a las esencias de un partido de disciplina marxista, cerrado en sí mismo y controlado con espíritu marcial por un aparato de granito. Es significativo que Felipe González y Alfonso Guerra hayan bendecido al nuevo secretario general. La nueva Ejecutiva no tardará en rehabilitar el viejo lema guerrista: "El que se mueva no sale en la foto". El PSOE vuelve a Suresnes y a los 80.

Que Zapatero, el reanimador de las viejas querellas civiles de los españoles, signifique ahora un paréntesis de renovación del PSOE, demuestra hasta qué punto el trigésimo octavo Congreso celebrado este fin de semana ha sido una regresión al socialismo español más conservador. Si Zapatero, el guerracivilista, pasa por ser un renovador comparado con Rubalcaba, entonces, el PSOE que nos espera, que le espera a España y al Gobierno de Mariano Rajoy, será un retorno a la edad de piedra de la izquierda. Se equivoca el PP, si cree que el PSOE ha aprendido la lección, ha madurado y superó el estilo de su feroz cacería a Adolfo Suárez.

Con Rubalcaba, vuelve el PSOE intrigante e incendiario cuando la democracia no le favorece. No es casual que Rubalcaba se presentase en el Congreso de este fin de semana como el guardián del legado de Pablo Iglesias. No es la primera vez que lo hace y sabe perfectamente lo que dice. Si con Carmen Chacón el PSOE era una incógnita gaseosa, con Rubalcaba el PSOE se vuelve transparente. Se sabe lo que persigue y se sabe que no es bueno para España. El único secreto es cómo se propone conseguirlo. Con Rubalcaba, el pálpito de ese secreto siempre es lóbrego.

En España

    0
    comentarios
    Acceda a los 8 comentarios guardados