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Los integrantes de la generación de Mazinger Z recordarán un programa infantil llamado La bola de cristal donde aparecía un simpático personaje llamado la Bruja Avería. Vivía en un mundo de cables y máquinas, y se desvivía por fastidiar a los electroduendes. Podemos considerarla una hacker adelantada a su época, y he oído que van a usarla como mascota para el próximo hackmeeting. Ya mandaréis una camiseta.

Pero como alternativa, pueden usar una foto de Ana Birulés, nuestra Ministra de Ciencia y Tecnología. No le llega a la suela de los zapatos en cuanto a capacidad tecnológica, pero a la hora de hacer pillerías nadie le va a la zaga. Vean si no lo que le hizo al pobre Adsuara, el cesado exdirector de la sociedad de la información.

Como sabrán, el tribunal supremo anuló el nombramiento de Borja Adsuara por considerar que no había sido justificado adecuadamente. Al principio, parecía que su reincorporación sería cuestión de días. Ha pasado un Consejo de Ministros, y otro, y otro. La Dirección General para la sociedad de la información ha estado vacante cinco semanas hasta que Adsuara ha vuelto.

Bien, pues resulta que Adsuara acompañó a la ministra a la presentación del plan Internet para todos (del que le hablé anteriormente en "Guardería Birulés"). A despecho de lo que digamos de Borja Adsuara, justo es reconocer que es una de las personas que más se ha empeñado en sacar adelante los planes del MCYT, para bien o para mal, y a quien más veces le han partido la cara –en sentido figurado, claro–. Así que allí se van, ministra y ex director, a presentar "Internet para todos".

Dejaré de lado la reunión de presentación, celebrada en el Casino de Madrid y respaldada por personajes como Ana Botella, Imanol Arias o Luis Cobos (como si me llamasen a mí para presentar la ceremonia de los Goya en la terminal del puente aéreo de Barajas, vamos). El caso es que, a requerimiento de los periodistas, Ana Birulés se negó a confirmar o negar que Borja Adsuara fuese a ser reincorporado en su puesto. Entre declaraciones del tipo "vamos a proceder a la cobertura de esta dirección general con la persona más adecuada" y "es un gran profesional, pero no adelantemos acontecimientos", se salió del tema por peteneras. Y el pobre Borja, sentado a su lado y asistiendo impasible a todo lo que le largaba la ministra.

O sea, que uno se mete en un puesto donde le han dado de guantazos hasta en el carné de identidad, le convierten en la punta de lanza, le dejan solo en la arena con los leones, y cuando necesita un apoyo el jefe se hace el "longui" y mira a otro lado. Peor aún, se lo restriega en la cara delante de la prensa. Vaya con la mosquita muerta.

Después de esto, me he apostado un euro con el oso de peluche de mi hijo a que Borja Adsuara arroja la toalla (más bien, se la tira a su de nuevo ministra a la cara) y se pasa al sector privado. Total, puede que dentro de un año el MCYT ya ni exista, así que ¿para qué seguir siendo fiel a una jefa ingrata que ya se huele el cese? Di que sí, Borja. Si quieres, te gestionamos un salvoconducto para Kriptópolis. Abandona el lado oscuro.

Y un consejo a doña Biru. Tenga usted cuidado con el terreno que pisa. Parece que no le importe dejar una Dirección General vacante, que según sus propias palabras "funciona con toda su capacidad". ¿Pero se ha parado a pensar que eso mismo podría aplicarse a todo su ministerio? Si una dirección general funciona sin director, ¿por qué no un ministerio sin ministro? A fin de cuentas, salvo inaugurar planes grandiosos y cantar una y otra vez el éxito de ventas "la LSSI creará confianza, seguridad y un marco jurídico estable" sin pagar siquiera derechos de autor, no parece que haga usted gran cosa. Como su jefe se dé cuenta, la veo también en el paro. Y para usted no hay salvoconducto.



Arturo Quirantes edita la página Taller de Criptografía.

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