El rojo sigue tiñiendo la cumbre del volcán. Alimenta una nueva colada que ya ha demostrado su capacidad destructiva. La colada norte la más activa en este momento. Una de sus ramificaciones ha alcanzado algunas edificaciones y ha causado estragos en un área de la Laguna.
Otro de sus brazos arrasó, en diagonal, el Polígono del callejón de la Gata preocupa ahora que se ensanche y engulla viviendas y cultivos cercanos. La cabeza de la colada norte está ya a unos 200 metros del mar camino de formar una nueva fajana y la lava ya ha arrasado 600 hectáreas de la isla Y la actividad volcánica no cesa.
Los coladas están siendo monitorizadas de forma permanente por el PEVOLCA. La primigenia ha perdido potencia y ha dejado de emanar lava. La que ya está sobre la superficie se mueve por el sur y por el norte de la Montaña de Todoque, con dos apéndices. El primero de ellos llegó al mar creando la fajana, mientras que el segundo se encuentra a 200 metros del cantil.
La segunda colada baja con potencia, de forma paralela y al noroeste de la primigenia, y está produciendo daños importantes en zonas residenciales y de cultivo, pero discurre por un área evacuada y no se teme por la posibilidad de que pueda provocar daños personales.
La tercera lengua de lava discurre con mucha velocidad, ya que aporta la mayor parte del flujo lávico del volcán. Dentro de ésta, hay un brazo que ha cruzado diagonalmente el Callejón de La Gata y que podría moverse a zonas no evacuadas previamente. Su tendencia es acercarse a La Laguna, por lo que se ha ordenado la evacuación de estos núcleos, como medida preventiva. Afecta a una población estimada en unas 700-800 personas, según el censo, aunque muchos vecinos ya habían abandonado la zona de forma voluntaria en días anteriores.