
La Familia Real de Dinamarca han disfrutado de una escapada navideña en Madrid durante el fin de semana. Federico X, Mary de Dinamarca y dos de sus hijas se hospedaron en el lujoso Hotel Santo Mauro, situado en la calle Zurbano de la capital y aunque trataron de pasar desapercibidos, llamó la atención tanto de clientes como de vecinos, ya que iban acompañados, como es lógico, por un amplio dispositivo de seguridad, tal y como adelantó Look.
Una oyente de esRadio se cruzó a Federico por la calle Marqués de Riscal el sábado por la tarde. "Dice que iba acompañado por cinco caballeros, imagino que escoltas, rumbo a la calle Almagro", desveló Isabel González este lunes en la Crónica Rosa. Beatriz Cortázar apuntó que, a pesar de su condición de Rey, "él sigue sin pasar por la residencia del embajador, sigue yendo a hotel". Cuando salieron las fotografías junto a Genoveva Casanova, la versión de la mexicana es que él pernoctaba en el Petit Palace Savoy Alfonso XII y no en su domicilio.
Durante el fin de semana, la familia paseó por Madrid, estuvieron de compras y según ha trascendido, el motivo real de la visita era "acudir a una gran celebración privada del propietario de una de las grandes firmas farmacéuticas europeas", Boehringer Ingelheim, en el Soto de Mozanaque (Algete), la que fuera finca de los Alburquerque, tal y como desveló Cortázar.
El anfitrión de la fiesta fue un Baumbach, heredero de la mencionada farmacéutica, y entre los invitados se encontraban numerosos miembros de la aristocracia europea así como la realeza danesa y la holandesa, con los reyes Guillermo y Máxima. Como se puede esperar en este tipo de eventos, la seguridad era máxima y los teléfonos móviles fueron requisados. Se trataba de "garantizar que ninguna imagen del evento trascendiera a las redes sociales o a la prensa", cuenta Informalia.
