La Casa Real de Noruega ha emitido este jueves un nuevo comunicado para actualizar el estado de salud de la princesa Mette-Marit, que en los últimos años ha afectado a su agenda oficial por la fibrosis pulmonar crónica que le fue diagnosticada en 2018.
La esposa del príncipe heredero inició un nuevo tratamiento en otoño de 2024 y los efectos secundarios la obligarán a apartarse de sus compromisos profesionales, aunque parece ser que no está funcionando como se esperaba.
El pasado miércoles, 5 de marzo, se vio obligada a ausentarse de un acto en el que estaba participando por motivos de salud y aunque en principio no se le dio mayor importancia, desde la Casa Real se vieron obligados a dar explicaciones. "La princesa heredera tiene síntomas y dolencias diarias que afectan su capacidad para desempeñar sus funciones. Necesita más descanso y su rutina diaria está cambiando más rápidamente que antes", dice el comunicado.
El texto avisa de que esta situación podría continuar. "Los cambios en su agenda oficial pueden ocurrir con mayor frecuencia y con menor antelación de lo que estamos acostumbrados", señalan, aunque el deseo de Mette-Marit es seguir cumpliendo con sus compromisos: "Tiene un fuerte deseo de seguir trabajando y por eso organizaremos su programa oficial en el futuro de la mejor manera posible para que su salud y su trabajo puedan combinarse".