
El pasado mes de enero se produjo una filtración masiva de datos de la app deportiva Sportadmin, dejando al aire la intimidad de miles de usuarios, entre ellos los del príncipe Carlos Felipe de Suecia, hijo menor del rey Gustavo. La aplicación se utiliza para en la gestión de hasta 1700 gimnasios y clubes deportivos y sus horarios, entrenamientos y competiciones deportivas de sus usuarios en Suecia y se han visto afectados varios políticos, líderes empresariales y miembros de la familia real sueca, tal y como desveló la revista DN.
Los ciberdelincuentes tuvieron acceso a direcciones privadas, cuentas de correo electrónico y agendas de teléfonos móviles que terminaron en internet. Es el caso de Felipe Carlos, que al revelarse su nombre de usuario y mail, era posible rastrear los movimientos registrados por su GPS, lo que supone un auténtico peligro para la seguridad del Príncipe.
"Se filtraron sus sesiones regulares de jogging, con las rutas exactas que tomaba entre su residencia oficial en Djurgården y el parque Skansen, así como los viajes del príncipe al extranjero", advirtió el medio de comunicación sobre los movimientos de Carlos Felipe, que reveló la filtración tras una investigación periodística.

Al tratarse de un asunto de seguridad, la Casa Real sueca confirmó que su departamento de seguridad está cooperando con las autoridades y no está previsto ofrecer más datos al respecto. "Como se trata de un asunto de seguridad, el tribunal se niega a proporcionar más información", aseguró en una nota emitida a la revista.
