
Dicen que los perros son el mejor amigo del hombre y por supuesto, en muchas ocasiones, también de la realeza. Este es el caso de Isabel II, una de las monarcas que más se ha dejado ver en público con sus amigos peludos, específicamente con sus perros de raza Corgi, los cuales eran su debilidad. El primero lo tuvo con 7 años, y a partir de ese momento, pasaron a ser una parte de muy destacada de la familia real británica.
Cuando la reina falleció en septiembre de 2022 una de las incógnitas que más resonaban fue con quién se iban a quedar ahora sus queridos perros. La custodia fue para Sarah Ferguson y el Príncipe Andrés, sin embargo no habíamos visto ninguna fotografías de ellos, hasta el pasado viernes, cuando la duquesa de York compartió una galería de imágenes con "Muik y Sandy" como protagonistas.
El motivo de esta publicación es su celebración particular del Día Internacional de las Macotas, donde además de mostrar los perros de la reina también ha enseñado a sus perros y es que el amor por los animales lo comparten todos dentro de la familia real.
"¡Feliz Día Internacional de las Mascotas a mis siete adorables perritos! Desde sus colas que menea y sus reconfortantes abrazos, hasta la presencia tranquilizadora y la leal compañía que brindan cada día, la vida es simplemente más brillante con estos increíbles amigos peludos a mi lado". Escribía Sarah en la publicación, donde no tardaba en recibir la respuesta de los seguidores de la familia real quienes se alegraban de ver a los preciosos perros de la reina tan alegres como siempre.
Isabel II, pasión por los animales
Como sabemos, la monarca ha tenido verdadera admiración por los animales, en especial la hemos podido ver en multitud de ocasiones con caballos y perros. El primero de ellos fue un Corgi llamado Dookie, y después, en 1944 recibió a sus 18 años el mejor regalo de su padre el Rey Jorge VI, una perrita llamada Susan.
Tras ella, según cuentan, tuvo una larga saga de hasta 30 perros, la mayoría descendientes de esta, que cuenta con una lápida conmemorativa en Sandringham. Sin embargo, en 2018, tras la muerte del último , no quiso tener más, decisión que no duró demasiado ya que el Príncipe Andrés le regaló dos cachorros poco antes de la muerte de Felipe de Edimburgo, que son los que actualmente cuida la duquesa de York.