Después de enviar un telegrama de condolencias al decano del colegio cardenalicio, cardenal Giovanni Battista Re, Don Felipe y Doña Letizia acudieron acompañados de la reina Sofía, hasta la Nunciatura Apostólica. Los reyes, vestidos de luto, fueron recibidos por el Nuncio de Su Santidad en España, Monseñor Bernardito Auza. Posteriormente, el Rey escribió en el libro de condolencias: "Nuestro más sentido pésame a la figura y personalidad de Su Santidad el Papa Francisco, que trasciende su dimensión eclesiástica. Nuestra admiración y respeto por una total entrega a la tarea evangélica hasta el último aliento de su vida".
A continuación se dirigieron hacia el Palacio Real de Madrid donde recibieron al mundo de las Letras con motivo de la entrega del Premio Cervantes, que en esta ocasión, se ha celebrado en pleno luto oficial, con los Reyes vestidos de negro, sin brindis y sin premiado, ya que Pombo no pudi acudir al almuerzo por su delicado estado de salud.
Ya el día 23, día de San Jorge, los reyes entregaron al escrito santanderino Álvaro Pombo el premio Cervantes, por "su extraordinaria personalidad creadora, su lírica singular y su original narración. El premio Cervantes es el más importante en lengua castellana, y está dotado con 125.000 euros.
Vestidos de luto debido a la muerte del papa Francisco, los Reyes llegaron al Paraninfo de la Universidad de Alcalá, donde fueron recibidos por la presidenta Isabel Díaz Ayuso y la alcaldesa de Alcalá Judit Piquet. Después accedieron al interior donde saludaron a Álvaro Pombo de forma cariñosa y ocuparon su lugar en la tribuna mientras sonaba el Himno Nacional. Después, los Reyes se levantaron de sus asientos para entregarle a Pombo el galardón. Debido a su estado de salud, leyó el discurso del premiado el historiador y académico de la Real Academia Española Mario Crespo. El acto concluyó con la interpretación del himno universitario Gaudeamus Igitur.
¿Cuáles han sido los cambios de protocolo?
Con motivo del fallecimiento del papa Francisco y los 3 días de luto decretado, ha habido una serie de cambios protocolarios: El primero, que el Rey no ha recibido los honores militares que le suelen realizar a su llegada a la Universidad de Alcalá.
En cuanto a la vestimenta, esta ceremonia tiene una etiqueta de vestimenta muy clara: chaqué para los hombres y vestido corto para las mujeres. Un código de vestimenta que Don Felipe y Doña Letizia han seguido, pero respetando el luto nacional, es decir, Don Felipe con chaleco negro, camisa blanca y corbata negra y luciendo la venera de la insigne orden del Toison de Oro y doña Letizia vestida de negro.
Otro de los cambios ha sido la supresión del cántico de la tuna al concluir el acto. Además, como este año el presidente del Gobierno Pedro Sánchez ha evitado coincidir con el jefe del Estado y darle plantón tanto en el almuerzo como en la entrega del premio Cervantes, nos hemos "librado" de ver imágenes como las del año pasado donde se demostró el poco saber estar del presidente Sánchez ante los Reyes.