Don Felipe y Doña Letizia visitaron la localidad cacereña de Guadalupe, declarada Conjunto Histórico-Artístico y Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1993 donde realizaron varios actos oficiales.
Después de visitar el Ayuntamiento y un centro de día y residencia de mayores, se trasladaron hasta el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, lugar que ya habían visitado cuando todavía eran Príncipes de Asturias, en diciembre de 2004. Un lugar que tiene una especial conexión con la corona española ya que tras la toma de Granada en 1492, los Reyes Católicos acudieron hasta allí para agradecer la victoria a la Virgen y donde recibieron en audiencia a Cristóbal Colón para ofrecerle las carabelas que le llevarían a descubrir América.
Los Reyes subieron al Camarín para venerar la imagen de la Virgen de Guadalupe, que es Patrona de Extremadura y "Reina de las Españas" o "Reina de la Hispanidad", una designación que fue otorgada en 1928 por el cardenal Pedro Segura, legado del Papa Pío XI, en presencia del rey Alfonso XIII.
Don Felipe acudió el jueves a Aquisgrán para estar presente en la concesión del prestigioso premio Carlomagno, que este año ha recaído en la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen. El premio, que este año celebra su 75 aniversario, se creó para honrar a una personalidad destacada de una Europa unida y se entrega en Aquisgrán, donde Carlomagno fue coronado Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en el año 800. Tanto Felipe VI como Juan Carlos I, han asistido asiduamente a la entrega de este galardón que han recibido varios españoles en estos 50 años. El primero fue el diplomático y escritor Salvador de Madariaga, en 1973, por su defensa del europeísmo. Posteriormente lo recibirían Juan Carlos I, Felipe González y Javier Solana.
El Rey estuvo en Granada donde participó en dos actos institucionales de larga tradición nobiliaria y religiosa. En primer lugar, renovó el nombramiento como Hermano Mayor perpetuo de la Virgen de las Angustias. Una relación de profunda conexión histórica y devoción que se remonta a 1747, cuando se ratificó por Fernando VI el Patronazgo de la Corona española y por la que el Rey de España adquiría, para sí y sus descendientes, el título de Hermano Mayor a perpetuidad.
Seguidamente presidió la reunión anual de las cinco Reales Maestranzas de Caballería que hay en España y la entrega del "Premio Hernán Pérez del Pulgar", galardón de investigación dirigido a todos los miembros del Ejército de Tierra y Cuerpo Comunes que conmemora y recuerda al Ilustre Soldado Hernán Pérez del Pulgar, cronista y héroe de guerra, que falleció en agosto de 1531.
Fue Felipe II quién creó la primera Real Maestranza para proteger a la corona y formar a caballeros y Felipe V quien le concedió el título de "Real". A partir de entonces uno de los hijos del Rey ostentó el cargo de Hermano Mayor, título que a partir de Fernando VII llevaría consigo el propio Rey, como en la actualidad lo ostenta Don Felipe.
La primera fue la Real Maestranza de Caballería de Ronda, establecida en 1573, seguida de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, creada en 1670. La Real Maestranza de Caballería de Granada, fue creada en 1686 a imitación de la sevillana. Once años más tarde se creó la Real Maestranza de Caballería de Valencia, y ya en 1819 nació la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza.
Para formar parte de ella se exigía ser español, profesar la fe católica, probar la nobleza de sus dos primeros apellidos (si era casado debía acreditar la nobleza de los dos apellidos primeros de la esposa), acreditar una excelente conducta moral, no tener deudas, prestar juramento y comprometerse a acudir cuando fuera llamado. Actualmente, su labor continua siendo el servicio a la Corona, así como los fines culturales, sociales y benéficos.
Las Reales Maestranzas son las únicas corporaciones nobiliarias españolas que perviven desde el Antiguo Régimen, junto con el Real Cuerpo de Nobleza de Madrid y las cuatro órdenes de Caballería de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa.

