La estancia veraniega de la Familia Real en Mallorca ha comenzado con una notable ausencia que no ha pasado desapercibida. Por primera vez en años, doña Sofía no ha participado en uno de los encuentros más entrañables y esperados del verano: su tradicional salida con la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía.
Cada año, este "plan de chicas" se convierte en una escena habitual de complicidad, risas y paseos por los comercios locales. Sin embargo, este 2025, la emérita no ha sido vista en Marivent ni acompañando a sus nietas.
Pese a la ausencia de doña Sofía, la reina Letizia y sus hijas han inaugurado su verano en la isla con una escapada cultural. Las tres acudieron de manera discreta a los cines Rivoli para ver En un lugar de la mente, un documental centrado en la salud mental, tema con el que han querido abrir su agenda estival.
Sus looks
Sus estilismos también captaron la atención. Fieles a su estilo, madre e hijas apostaron por la comodidad. La reina Letizia eligió un vestido negro de lunares blancos, de corte suelto y aire moderno. Completó el look con sandalias planas y un bolso negro, ideal para las noches estivales en Palma.
Por su parte, la princesa Leonor lució un conjunto fresco y juvenil, compuesto por un top blanco de croché, pantalón palazzo en tono verde oliva y bolso de rafia. La infanta Sofía apostó por un vestido negro calado, acompañado de sandalias planas.
Este gesto ha marcado el comienzo de su paso por Marivent, que ya incluye compromisos oficiales. El próximo domingo 3 de agosto, Letizia acudirá a la clausura del Atlàntida Mallorca Film Fest, y el lunes 4 tendrá lugar la habitual recepción a la sociedad balear en el palacio de Marivent.
¿Dónde está la reina emérita?
El hecho de que doña Sofía no haya viajado a Mallorca en estas fechas resulta inusual. Su ausencia del tradicional encuentro femenino ha dado pie a numerosas suposiciones, especialmente por una posible conexión con la delicada situación de salud de su hermana, Irene de Grecia.
Conocida en su entorno como "Tía Pecu", Irene de Grecia ha sido siempre un pilar fundamental en la vida de la reina emérita. La última vez que se la vio en público fue en febrero, cuando asistió en Grecia a la boda de su sobrino, Nicolás de Grecia, con Chrysi Vardinogiannis. Desde entonces, su presencia ha sido nula, incluso en actos donde habitualmente la acompañaba Sofía.
Esta prolongada ausencia ha avivado los rumores sobre un deterioro en su salud, que podría tener un origen cognitivo. De hecho, algunos rumores señalan al Alzheimer como posible diagnóstico, aunque no existe confirmación oficial. En el pasado, Irene también superó un cáncer de mama tras someterse a quimioterapia.