La boda de Ana Aznar y Alejandro Agag
El espectáculo de la boda de El Escorial ha sido "humanamente comprensible y biográficamente harto explicable", pero también "políticamente lamentable y estéticamente detestable", según Federico Jiménez Losantos.
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Ana Aznar y Alejandro Agag (Ax4), se casan. Ella tiene 21 años. Él, 31. Dicen quienes conocen a la novia que es más madura de lo que su edad podría indicar. Alejandro Tarik Agag habla tres idiomas. Ahora está fuera de la política y trabaja en la banca.
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De 1996 a 1999, Alejandro Agag fue asistente personal del presidente Aznar, que le impulsó después a dar el salto político. Fue eurodiputado, presidente del Partido Popular Europeo y secretario de la Internacional Cristiano Demócrata, que preside Aznar.
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Mientras era asistente de Aznar, Agag se hizo buen amigo del hijo mayor del presidente. Por aquel entonces, Ana era una niña. Pero en el verano de 2001, José María (hijo) invitó a su amigo Alejandro a pasar unos días con la familia Aznar en Menorca.
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En aquellas vacaciones se enamoraron. Desde ese momento, Ana Aznar y Alejandro Agag empezaron a salir juntos, aunque la vida política del novio en el Europarlamento era un obstáculo para su vida personal.
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Los miembros del llamado 'clan de Becerril', los más jóvenes del Partido Popular, se frotaban las manos al ver que había una relación amorosa entre Ana y Alejandro. Pero sus ambiciones cayeron de golpe. Si se casaban, Alejandro dejaría la política.
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El invierno pasado, en la estación invernal de Baqueira Beret, Ana y Alejandro comunicaron a la familia que querían casarse. Parece que por consejo de Aznar, Agag abandonó la vida política. No tardó mucho en encontrar un buen puesto en la banca.
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Este verano, la pareja ha pasado las vacaciones con la familia Aznar en Menorca. En algunas fotos han aparecido dándose arrumacos, pero son las menos. Ana Aznar se parece mucho a su padre, y no sólo físicamente. Es muy sobria. Quizá también tímida.
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El martes por la noche, Ana y Alejandro celebraron su despedida de solteros con 500 invitados en la sala Gabana de Madrid. Los obreros municipales dejaron la calle Velázquez como los chorros del oro. Hubo mucha gomina y mucho pijerío.
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Según Ignacio Villa, en PP estaban alarmados porque la imagen de pijos que habían conseguido borrar en 6 años de gobierno, apareció de golpe en la fiesta. Los lectores de Libertad Digital dicen que la boda es una horterada y un abuso de poder.
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Esperanza Aguirre, presidenta del Senado y futura candidata del PP a la Comunidad de Madrid, fue una de las primeras invitadas. Con chaqueta de seda negra y falda clara, llegó al Real Monasterio de El Escorial casi una hora antes del enlace.
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Francisco Álvarez Cascos, ministro de Fomento, y Gemma, su segunda mujer, llegaron a continuación al Monasterio. Ella llevaba un vestido rojo con gasas y vuelo espectacular. Cascos, de chaqué negro, pero con una luminosa corbata celeste.
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En esta imagen de grupo, se aprecia a la izquierda a Emilio Ybarra, ex copresidente del BBVA. A la derecha, Fernando Fernández Tapias, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Madrid, empresario naviero y vicepresidente del Real Madrid.
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El novio, Alejandro Agag, llegó media hora antes. Iba acompañado de su madre. Se le veía tranquilo y sonriente. Saludó al público congregado fuera del patio del Monasterio y luego entró entre decenas de invitados que se paraban a saludarle.
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El ministro de Economía, Rodrigo Rato, llegó acompañado del titular de Hacienda, Cristóbal Montoro. Todos se preguntaban dónde estaba Gela, la mujer de Rato. En Tele 5 afirmaron que entró acompañando a la familia de Jaime Mayor Oreja.
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Su majestad el Rey don Juan Carlos llegó dos minutos antes de las siete de la tarde con doña Sofía, que vestía un traje largo gris muy elegante. En la puerta del Monasterio, los Monarcas fueron recibidos por el novio, la madrina y la madre de la novia, Ana Botella.
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Diez minutos después de las siete de la tarde, el presidente Aznar y su hija aparecieron en la puerta del Monasterio de El Escorial, muy sonrientes. La novia, algo nerviosa. Las amigas le colocaron el largo velo y ambos, del brazo, se introdujeron en la Basílica.
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