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Jesulín, Ponce y Ortega, tres toreros muy distintos

Emilia Landaluce, Rosa Belmonte y Carlos Pérez Gimeno acuden a la Crónica Rosa de Es la mañana. 

Emilia Landaluce, Rosa Belmonte y Carlos Pérez Gimeno acuden a la Crónica Rosa de Es la mañana. 
Ortega Cano, Jesulín de Ubrique y Enrique Ponce

José Ortega Cano se enfrenta esta semana a uno de los momentos más duros de su vida. El martes comienza en Sevilla el juicio por la muerte de Carlos Parra en un accidente de tráfico. Sobre él pesan dos delitos contra la seguridad vial y una de homicidio imprudente, y la cosa pinta fea, ya que el fiscal de seguridad Vial, Luis Rodríguez León, pide para el torero el tope legal: cuatro años de cárcel y una indemnización de 181.000 euros para la familia de la víctima. El Ministerio Público alega que aquel fatídico 28 de mayo de 2011 en el que se produjeron los hechos, Ortega había bebido el triple de alcohol permitido, y que superaba en 35 kilómetros por hora la velocidad de la vía por la que circulaba. Mucho ha cambiado la vida del viudo de Rocío Jurado en estos tres años: ha vuelto a enamorarse, ha sido padre y parece que, por fin, comienza a llevarse bien con sus hijos, concretamente el mayor. Sin embargo, el toro al que se enfrenta estos días va a ser, sin duda, de los más difíciles de su vida, y lo que se va a montar alrededor, todo un espectáculo: cuarenta medios de comunicación se han acreditado, y se espera a un centenar de periodistas.

De un diestro cuestionado, a otro sin mácula. ABC publica este domingo el adelanto de Enrique Ponce, un torero para la historia (Editorial La Esfera de los Libros), la biografía escrita mano a mano por Enrique Ponce y Andrés Amorós, crítico taurino del diario y colaborador de esRadio. El volumen incluye anécdotas que van desde su juventud (cómo su primer vestido de luces se lo tuvieron que hacer con el sastre arrodillado, “de chico que era”), a la importancia de su esposa, Paloma Cuevas, en su vida: ella fue la que, bajo su responsabilidad, decidió que fuese trasladado a Madrid al sufrir la cornada más importante de su vida en junio de 2002, en León. Y es que Ponce es una rareza en el mundo del torero, o la excepción que confirma que el refrán “torero casado, torero acabado” no es para todos.

Y luego está el torero espectáculo, el que se tira a la piscina aunque no haya agua. No va a ser el caso, porque este lunes Jesús Janeiro sí va a saltar sobre seguro: es como uno de los concursantes del programa de Antena 3 Splash, que ha sacado a Falete del ostracismo y a la cadena de sus bajos resultados de audiencia. No es la primera vez que el matador de Ambiciones demuestra su talento en una actividad ajena al toro, y tampoco acaba de estrenarse en los medios, aunque sí sorprende un poco que, después de tanto tiempo huyendo de las cámaras, haya decidido regresar a unas semanas de que se conozca el veredicto de la Operación Karlos, que afecta a su mujer. Él asegura que ha querido participar en este concurso porque es de deporte y competición, y que no hay que meterse con nadie. Otra cosa bien distinta es cómo y cuánto se van a meter con él luego.

Y con el rey ya en casa y su hija Cristina queriendo mudarse a Madrid, vamos conociendo la cartera de clientes de Corinna. El Mundo de este domingo relata las gestiones de la amiga entrañable del monarca en la operación Lukoil, que no llegó a cuajar por oposición del Gobierno de Zapatero, que no la de Juan Carlos, que al parecer estaba bastante interesado. La danesa, que participó en las negociaciones por ser experta en “acercar posiciones y suavizar las tensiones que se derivan de las distintas culturas empresariales y humanas”, no llegó a cobrar en este caso, según El Mundo, “porque la operación no fructificó”. Sí triunfó la del AVE Medina-La Meca, aunque está por confirmar si en esta ocasión sí lo hizo, y a cuánto ascendió la cantidad.

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