Después del éxito indiscutible del concierto que Isabel Pantoja ofreció en el casino de Aranjuez, donde se mostró más crecida que nunca plantando cara a los problemas que la rodean, la tonadillera quiso abrir su corazón a un grupo de cinco periodistas, entre los que me encontraba, para dar su versión de los últimos acontecimientos acaecidos en torno a su hija Chabelita.
Isabel, muy consciente de las personas que tenía enfrente, quiso matizar y comentar muchas de las informaciones que se han vertido en algunos medios y que ella no comparte. Por eso aprovechó para aclarar que su finca de Cantora nunca estuvo cerrada para Alberto Isla y su familia. "Han venido cuatro veces a Cantora. Han comido, merendado, han disfrutado del bebé. Entre las dos familias existe una buena armonía. Yo no he prohibido la entrada a nadie", aseguró.
La artista quiso dejar muy claro cómo se siente en estos momentos. "Estoy muy triste. Ahora me toca hacerme a la idea y acostumbrarme a que mi hija ya no vive en casa y ver su habitación vacía. Poco a poco me tengo que ir acostumbrando y he tomado una serie de decisiones como la de volver a Madrid cuando pase el verano. Siempre he dicho que el día que me retire me iría a Cantora. Pero aun no ha llegado ese momento. Por las circunstancias que hemos vivido llevo en Cantora mas tiempo, pero mi residencia volverá a Madrid en septiembre ", anuncia.
Una vez que la artista abandona el escenario, su semblante no puede ocultar la gran tristeza que tiene. "Yo tenía unos planes muy distintos para mi hija, pero por las circunstancias se han truncado. Le he dado la mejor educacion, habla inglés perfectamente y la hubiera mandado a estudiar a Cambridge. Ella me decía que quería ser cantante porque tiene una voz preciosa, pero yo siempre insistía en los estudios. Ahora viendo lo que ha pasado hubiera preferido que se hubiese dedicado a la canción", comenta.
Cuando habla de su hija Isabel se desmorona. Le duele en el alma. "Mi hijo biológico (Kiko) es fruto del amor de dos personas, pero mi hija es fruto únicamente de mi amor y de la bondad de su hermano", explica. Con estas palabras quiere mostrar el inmenso amor que siente por su hija. "Lo que mas me preocupa es que le puedan hacer daño. Eso no lo resistiría", añade. Isabel se quedó mas tranquila cuando le aseguramos que su hija nunca había declarado que Cantora era una cárcel. "Si eso es verdad, me quedo más tranquila", se despide.
Este verano la artista continuará presentando su espectáculo por diferentes ciudades de la geografía española. Los problemas con su hija espera que se solucionen con el tiempo.