Cada vez que Isabel Pantoja pisa un escenario deja constancia de que es una magnifica artista. Durante este fin de semana no ha tenido más remedio que abandonar su finca de Cantora para cumplir con sus compromisos profesionales. Santander y la localidad segoviana de La Granja de San Ildefonso han sido los destinos donde se le esperaba con gran expectación.
En la capital cántabra el público que acudió al Palacio de los Deportes se rindió ante la artista, que desde el momento de su aparición le colmaron de aplausos y ovaciones. Como es costumbre en Isabel, a los allí presentes les obsequió haciendo un repaso de sus éxitos, combinándolos con rancheras y coplas. Le acompañaba una orquesta compuesta por 12 músicos. Otros temas los interpretó junto a un cuadro flamenco.
Tanto a su salida de Sevilla, en la estación del Ave, como a su llegada donde tenía prevista su actuación, a la tonadillera le preguntaron cómo se sentía y cómo estaba el tema familiar, después de la sonada ruptura de su hija María Isabel con el padre de su hijo, Alberto Isla. Como era de esperar, Pantoja no abrió la boca y tan solo se limitó a decir que "todo estaba muy bien".
La realidad es que la situación es tremendamente delicada pero, a pesar de todo, madre e hija se han unido ante la adversidad de los acontecimientos. Como era de esperar, Isabel está volcada en su hija y feliz con su nieto. Es muy posible que Chabelita tenga que verse en los tribunales con el padre de su hijo, ya que le acusa de injurias por los comentarios que le hizo el joven de que estaba en la cama con un hombre cuando no era cierto.
Como ya he comentado en ocasiones anteriores, una historia complicada de jóvenes que, en vez de estar divirtiéndose y vivir sus 18 y 19 años como les corresponde, se han complicado la vida de tal manera que ni ellos mismos saben encontrar la solución. Todavía queda mucho que ver de esta triste historia.