Don Felipe, como cualquier ciudadano de a pie, fue de compras navideñas a El Corte Inglés de la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón. Los clientes que también estaban ultimando sus compras se sorprendieron al ver su Majestad, que estuvo acompañado por el director del centro comercial y -como es lógico- por miembros de su seguridad personal, estaba haciendo lo mismo que ellos.
Muy sonriente en todo momento, sobre las 19 horas del día 23, con un atuendo totalmente de sport (pantalones chinos, camisa de cuadros, y jersey) acudió al córner que tiene en los conocidos almacenes la firma Carolina Herrera, donde después de ver varios artículos se decantó por un juego de bolsos de piel de anguila de colores, bolso normal, de mano y monedero, valorado en 1.500 euros, que pagó con la tarjeta de El Corte Inglés.
No dijo para quien era, aunque es fácil de imaginar, ya que Doña Letizia luce con asiduidad creaciones de la diseñadora venezolana. En el tiempo que estuvo en el establecimiento, el personal que le atendió le ofreció unos bombones, a lo que el monarca declinó comentando que había comido mucho, y que lo había hecho en el mismo centro comercial. Según dijo, estaba medio empachado y lo agradeció con una gran sonrisa.
Una vez terminadas las compras, se despidió de una manera totalmente natural, intentado pasar desapercibido. Una labor nada fácil, por su estatura y por las medidas de seguridad. Muchos de los que allí se encontraban le saludaron, mostrando a Su Majestad El Rey muestras de cariño.