Paula Echevarría se olvida de los problemas en un fin de semana campero

Paula Echevarría ha viajado este fin de semana hasta su tierra para que su hija Daniella disfrute de un fin de semana con sus abuelos maternos. Acompañada de varias amigas, viajó rumbo al norte para disfrutar de unos días de descanso. A pesar del mal tiempo reinante en su tierra, Paula no se arredró y puso rumbo a su Asturias querida.

En un momento dado, la actriz y su hija hicieron un alto en el camino para tomar un tentempié. Les pilló un momento delicado de fuerte aire y lluvia intensa que se tomaron con mucho sentido del humor. Madre e hija se lo pasaron de lo lindo cuando se disponían a entrar en un restaurante en la carretera.

Después de una temporada en la que parecía que todo lo que hace, viste y come está al alcance de pocos mortales, la actriz ha demostrado que sigue conservando algo de la chica sencilla que nos cautivó, y comió en un bar de carretera.

Acompañada por su hija Daniella y por sus inseparables amigas Alicia y Elena Hernández de la firma Dolores Promesas, la exmujer de David Bustamante salió corriendo de una estación de servicio en la autopista donde se detuvo a reponer fuerzas a causa del fuerte aire que hacía.

También les sorprendió una fuerte lluvia, algo que pareció importarle poco a Paula, y es que la vimos reírse a carcajadas. Con Paula y Daniella viajaba la mascota de la familia, Mowgly, un chiguagua de color canela. Las chicas finalizaron su viaje en Candás, donde esperaban los abuelos de Daniella. Allí Paula dejó a su hija para seguir de viaje con sus amigas.

Paula y su grupo de amigas autoapodado como las Pencas visitaron Potes, municipio de Cantabria en el centro de la comarca de Liébana. La actriz, con una eterna sonrisa, se fotografió con su pandilla, y compartió una gustosa comida de la localidad así como de una tarde de confesiones mientras Miguel Torres afrontaba la derrota contra el Leganés en la más absoluta soledad.