
Xisca Perelló está ingresada en una clínica de Palma de Mallorca y así seguirá, mínimo, hasta la semana 34 de embarazo a mediados de septiembre. Los médicos la mantienen en observación y con atención médica constante por precaución y para evitar complicaciones, por lo que también la ha recomendado mantener absoluto reposo hasta el día del parto.
Desvela el diario La Razón que la madre y el bebé no corren ningún peligro, pero se necesita que el niño siga cogiendo peso para evitar riesgos de salud en la recta final del embarazo. Los médicos creen que la gestación no llegará a la semana 40 y el niño será prematuro, a pesar de que se espera para finales de octubre.

La empresaria y mujer de Rafa Nadal está acompañada por sus familiares. Los padres de Perelló han sido vistos en la cafetería de la clínica, así como su cuñada Maribel Nadal, que además es una de sus mejores amigas. También Carolina Cerezuela, mujer de Carlos Moyá, entrenador de Nadal, la ha visitado en el hospital. El tenista se encuentra en Nueva York disputando el US Open aunque en constante comunicación con su mujer. No está descartada la idea de que Nadal tenga que abandonar el torneo en caso de que su mujer tenga que pasar por quirófano o se ponga de parto antes de tiempo.
La noticia de su primer hijo llegó 19 años después de iniciar su historia de amor y tres después de convertirse en marido y mujer. Siempre discretos con su vida privada, ni el tenista ni su mujer se han manifestado públicamente sobre su futura paternidad, más allá de unas palabras de Nadal confirmando el embarazo tras proclamarse campeón de Roland Garros.

