La crónica rosa de Es la mañana de Federico contó con Isabel González, Paloma Barrientos y Beatriz Cortázar para pasar revista a todos los temas de actualidad del panorama social. Destacando la reedición de Los secretos de la infanta (Ediciones B), libro escrito por la periodista Paloma Barrientos y dedicado a la siempre controvertida figura de la infanta Cristina.
En la conversación que tuvo lugar en esRadio, Barrientos habló con Federico Jiménez Losantos de los novios de la infanta antes Urdangarin, que -así lo recordó- "fueron varios". "Primero un regatista, Fernando León, con el que navegaba e hicieron un viaje a Santander donde estuvieron de madrugada de bares. Y después vino Bultó, y esa historia podía haber funcionado pero la infanta es muy celosa, él iba a los sitios y las fiestas y era super atractivo, divertido, y la infanta se ponía de los nervios. No funcionó y Bultó dejó a la infanta. Tenía presión por los celos".
Entremedias hubo otros, como Juanjo Puigcorbé y Cayetano Martínez de Irujo. "Y luego vino una historia tristísima, la de Jesús Rollán, jugador waterpolo del que se enamoró perdidamente pero él ya tenía su novia y prefirió ser amigo a ser novio. Él después se metió en el mundo oscuro de las drogas y murió".
Pero Rollán -explicó Barrientos- "le presentó a Iñaki Urdangarin en Seúl. En aquel momento estaba con Carmen Camí y ya tenían fecha de boda. Pero lo bueno de Carmen es que ella, que trabajaba en el gimnasio, se enamoró del dueño, Javier Pellón, y son absolutamente felices". El resto es historia.
El perfil de la infanta Cristina es claro: "Es la más inteligente de la familia. Se enfrentó a ellos ya cuando querían que estudiara filosofía y ella quería Ciencias Políticas. Entonces era una universidad antimonárquica y hubo tres profesores que la suspendieron porque era infanta. Pidió revisión de examen y que se le hiciera oral: eran Torregrossa, Morodo y Verstrynge"; explicó Barrientos en la crónica rosa.
Durante esa época el mayor temor de la sociedad española era ETA, y en lo relativo a la infanta existía un claro "temor al secuestro, no tanto al atentado". Y es que la infanta tuvo una buena vida. Barrientos recordó en esRadio la anécdota vivida en la discoteca Joy Eslava en Madrid junto a la infanta Elena. "Hacían unas fiestas maravillosas con prensa dentro. Y había una tarima donde ella se subió con un bailarín mientras la infanta Elena bailaba con Miguel Bosé. Queca Campillo sacó la cámara pero le dijeron que se le ocurría hacer algo se la quitaban".
Naturalmente, hay muchas más facetas de la infanta que se desgranan en Los secretos de la infanta, una reedición ampliada y corregida del anterior volumen La infanta invisible, que tuvo gran éxito en 2014. La periodista también asegura que en su vida profesional, al margen de escándalos económicos, Cristina siempre ha sido una "buena trabajadora en La Caixa, que el trato es bueno y trabaja mucho".