
Carmen Sevilla, uno de los grandes mitos del cine español, cumplió el pasado domingo 92 años. La actriz, que padece alzheimer desde hace más de una década, celebró la señalada fecha en la más estricta intimidad de la residencia en la que vive a las afueras de la capital desde hace años..
Hasta allí se acercó con un ramo de flores uno de sus mejores amigos, Moncho Ferrer, que muy emocionado reveló cómo vio a Carmen en un día tan especial: "Está estupenda, tranquila. La he dejado recién peinada, como dice la canción, escuchando La bella de Cádiz", aseguró. "Ella necesita paciencia y tranquilidad. Sigue estando delicada de salud, pero en general, dentro de lo que es bien está bien, exactamente fantástica dentro de lo fantástica que se puede ver", dijo.
"Vengo a verla casi todas las semanas y es maravillosa. Un osito de peluche. Es una persona que si no existiera, habría que inventarla. Es generosa, cariñosa, buena, noble, una buena esposa, buena madre, buenísima amiga. Es muy difícil definirla", apuntó, confesando que para él "Carmen Sevilla significa todo. No hay más que una". "Nosotros nos conocimos dos años antes del musical En directo. Trabajábamos con Valeria y, desde entonces hasta hoy, no nos hemos despegado", recordó emocionado.
Reconociendo que la enfermedad de la actriz es "muy dura", Moncho reveló que aunque no solamos verle, su hijo Augusto está muy pendiente de Carmen en todo momento: "Es un tío extraordinario, fuera de serie. ¿Quién ha dicho que no viene a verla? La relación con su madre es muy buena, la tiene entre algodones, pero cada uno manifiesta sus sentimientos de una forma", afirmó.
Además, y a pesar de que la inolvidable presentadora del Telecupón lleva casi 11 años enferma, su mejor amigo asegura que nota su alegría cada vez que va a visitarla "en la expresión de sus ojos". Pero pesar de ser una leyenda viva de nuestro país, Moncho cree que "ya no" es momento de hacerle homenajes porque, desgraciadamente, no es consciente del cariño que toda España siente por ella: "No me gusta mentir, su estado es delicado. Delicado que no preocupante".

"En su día a día hace ejercicios de gimnasia, se da una vueltecita por el centro, que es una maravilla. Ya firmaríamos todos por estar así cuando seamos mayores. No está al alcance de todo el mundo". En cuanto al extenso patrimonio de Carmen, Moncho prefiere mantenerse al margen y, como comenta con una sonrisa, "no entro en patrimonios ni en bodas, ni en banquetes, ni bautizos. Está controlado todo por los abogados, ahí no me meto. Es mi precio y mi lealtad con las grandes estrellas", conluyó.

