Llegan cambios en la organización interna de Mediaset España impulsados por la nueva directiva capitaneada por Borja Prado. Si el pasado 20 de febrero conocíamos parte del renovado Código Ético que regirá al grupo de comunicación, con modificaciones que ponen patas arriba a programas como Sálvame o Deluxe debido a las normas que prohíben abandonar los platós de televisión en directo o emitir opiniones políticas, este miércoles salen a la luz nuevas directrices, esta vez enfocadas a la comunicación dentro de la empresa.
Tal y como recoge El Confidencial, los directivos han puesto en marcha un plan de contingencia para evitar filtraciones a la prensa. Se trata de una serie de cambios con los que pretenden "salvaguardar" la imagen y la reputación de la compañía y presentarse como una organización seria. Al parecer, pretender dejar de lado la imagen frívola de la que presumían hasta ahora y generar nuevos contenidos más allá de la revolución que supuso la llegada de los programas producidos por La fábrica de la tele y que marcaron su programación.
Esta normativa prohíbe filtrar "opiniones, documentos o informaciones externas de la empresa" dejando la divulgación de los mismos únicamente al departamento de Comunicación. Estarán exentos aquellos empleados que ostenten un cargo, de esta manera, ni colaboradores, ni presentadores ni técnicos, pueden informar sobre la empresa a medios externos: "Todas las comunicaciones con los medios de comunicación externos serán realizadas exclusivamente por las personas y departamentos autorizados para ello". Insisten que cualquier contacto o intento de contactar con un miembro de la organización "deberá ser comunicado a los encargados pertinentes de la División de Comunicación y Relaciones Externas".
Para controlar que esto se cumple, la empresa indica que no está permitido "el uso inapropiado" de herramientas como el acceso a Internet, la Intranet, el correo electrónico u otros medios técnicos de comunicación que ofrecen sus trabajadores y estarán sometidos "a control". Es decir, los correos electrónicos y otros medios de comunicación serán previamente revisados por un departamento dedicado exclusivamente a ello.
De no cumplirse estas normas, el grupo de comunicación podrá "tomar las medidas disciplinarias que correspondan", como "limitar el acceso, bloquearlo o anularlo" en el caso de que se abuse de estas herramientas.