
La causa de la muerte de María Isabel Suárez -tía política del actor Luis Lorenzo- podría no ser el envenenamiento, como se creía en un principio. Cuando menos, no se puede demostrar que así haya sido. Las conclusiones del último informe encargado por el juez que investiga el fallecimiento de la mujer, a los 85 años de edad, recogen que "no existen datos objetivos de intoxicación aguda por cadmio o manganeso", como sostenía la autopsia.
En el momento de la defunción, el 28 de junio de 2021, María Isabel vivía con su sobrina Arancha Palomino y el marido de ésta. Algunos familiares de la anciana pensaron que podía no tratarse de una muerte natural y solicitaron que se le practicara la autopsia. El examen post mortem resolvió que la etiología de la muerte era homicida. En concreto, por "una intoxicación aguda de metales pesados" (200 veces más de cadmio y 20 veces más de manganeso, respecto a la cantidad normal).
Este último informe, descarta el envenenamiento pero no determina la causa del fallecimiento por no haber datos suficientes. La muerte -apunta- pudo ser natural y que los altos índices de cadmio y manganeso hallados en su organismo se debieran a un trasvase post mortem de esos metales pesados, ya que no se hallaron restos de estas sustancias en las vías respiratorias ni en los órgano estudiados.
"La médico forense que realizó la autopsia llegó a la conclusión de intoxicación aguda por metales pesados teniendo en cuenta únicamente los resultados obtenidos de la muestra de sangre, cuyos valores de referencia han sido establecidos para adultos vivos", advierten los peritos -María Teresa Agüero y Javier Díaz- que han realizado el estudio, "ya que en la actualidad los rangos de referencia post mortem establecidos son limitados e inexistentes para el cadmio y el manganeso".
Estudios insuficientes
Los doctores explican que, como expuso un informe del hospital Gómez Ulla de Madrid, se la redistribución de los metales pesados se puedo producir tras la muerte de María Isabel. En cualquier caso, destacan que los estudios realizados tras la muerte "fueron escasos" (de sólo dos órganos) y que "debido a" ello no les es posible determinar "la causa exacta del fallecimiento".
En consecuencia, el informe podría ayudar a los acusados a que se archive la causa contra ellos por homicidio. Aunque quedaría por ver qué ocurre con el resto de delitos que se les imputan. La investigación de la Guardia Civil mantiene que se habrían producido malos tratos hacia la anciana y que le habrían podido administrar fármacos psicóticos con el objetivo de mermar sus capacidades cognitivas y expoliar su patrimonio.
Fármacos y malos tratos
El informe tampoco es concluyente en lo que se refiere a estos dos últimos asuntos. Sostiene que su cuerpo presentaba lesiones físicas que podrían ser "compatibles con una caída y acordes a los antecedentes patológicos". La mujer tenía "antecedentes de enfermedades crónicas de larga data" que podrían haberle causado el deterioro de salud que padeció en sus últimos años de vida.
María Isabel padecía hipertensión arterial, diabetes, temblor esencial, ansiedad, insomnio, glaucoma e insuficiencia venosa crónica. Desde 2017, se han registrado distintas caídas que pueden relacionarse con ese estado. Un año antes de su muerte, se le diagnosticó un deterioro cognitivo de demencia por Cuerpo de Lewy, y "existen datos objetivos que reflejan que hubo un buen seguimiento facultativo de estas patologías, así como buen seguimiento de las pautas farmacológicas".


