
Marcos García Montes, conocido en medios periodísticos como "el abogado de los famosos", ha sido contratado por la familia del preso en Tailandia Daniel Sancho, para actuar en su defensa al frente de un equipo criminalista. Son muchos los casos que el bufete que preside ha llevado a cabo, entre los cuáles se cuenta el del asesinato de los marqueses de Urquijo. Rafi Escobedo, que había estado casado con Miriam, la hija de las víctimas, fue acusado de ser el autor de los disparos que acabaron con las vidas de esos aristócratas. Encarcelado en la prisión de El Dueso, fue encontrado ahorcado en su celda el 27 de agosto de 1988, hace ahora treinta y cinco años. La defensa personificada en García Montes siempre ha sostenido que a Rafi "lo suicidaron". Y aporta pruebas.
Otros resonantes casos que mantuvo fueron los de Filesa, Juan Guerra, Rocío Wanninkhof (salió en libertad tras unos meses de angustia, inocente del crimen que le achacaron), Luis Roldán, Francisco Paesa y un largo etcétera, con clientes que acudieron a él, entre ellos Bertín Osborne, Rocío Jurado, Ana Obregón, Carmen Sevilla, Concha Velasco, Maribel Verdú… Se hizo cargo de la defensa de la valenciana María José Carrascosa, privada de libertad en un penal de New Jersey por haber supuestamente secuestrado a su hija, fruto de su relación con su ex pareja de nacionalidad norteamericana. En todos ellos, Marcos García Montes logró salir favorecido en lo concerniente a sus defensas o lo contrario, para acusar a quienes habían cometido delitos, como ocurrió con algunos de esos procedimientos citados al principio de esa lista, relacionados con corrupciones políticas. Esos éxitos judiciales lo convirtieron en un abogado-estrella.
Madrileño, experto en Derecho Penal entre otras especialidades, Marcos ha cumplido setenta y cinco años y es un personaje singular, muy conocido de los periodistas. Físicamente se distingue por unos llamativos mostachos. Indagando en sus apartados de ocio, hallamos dos. Uno es su afición al motorismo. A pesar de un accidente que sufrió hace años y que lo alertó para ser más prudente, es feliz montado en una "Harley Davidson". La usa habitualmente en sus desplazamientos, cubierta la cabeza con un casco como es de rigor, en vez de hacerlo en coche. Y así suele trasladarse a la Audiencia cuando ha de afrontar una vista.
Pero lo que es más llamativo en él es su vocación musical. Ya con once años tocaba varios instrumentos. Piezas flamencas. A Paco de Lucía lo conoció con diecinueve años cuando hacía la mili en al cuartel de Infantería de Marina en Madrid. Tocó con él en algunas actuaciones, en la época en que todavía el futuro gran guitarrista no había alcanzado la fama y se anunciaba Paco de Algeciras. Después, Marco García Montes se pasó al rock, tocando la guitarra eléctrica.
Uno de los grupos por el que pasó una temporada fue Trébol, que en 1972 popularizó un número 1, "Carmen". Más adelante, y sin abandonar nunca su bufete, estuvo con algunos conjuntos importantes, ya desde luego en la época en la que sus principales componentes los habían abandonado. Los Íberos, Los Pekenikes, CRAG… Feliz interpretando éxitos como "Señora azul", "Sólo pienso en ti" y otras canciones que triunfaron en los años 70 y 80. Son los fines de semana cuando Marcos García Montes, si tiene ocasión, se reúne con sus veteranos compañeros del pop y actúan ante el público o en fiestas de amigos. De esa manera, el brillante abogado se divierte y se evade de tanta tensión como le supone llevar adelante tantos casos difíciles que ha de afrontar ante los jueces. Este relacionado con David Sancho, es probablemente uno de los más complicados, cuando en principio parece tenerlo todo en contra.

