En aquella Televisión Española en blanco y negro de los primeros años 60, cuando su programación era escasa, se hizo muy popular durante cuatro temporadas la serie El agente CIPOL, donde uno de sus protagonistas, el escocés David McCallum, se convirtió en un popularísimo galán, de cabellos rubios, calificado como "el sex-symbol" del momento. En su posterior carrera no superó aquel éxito. Mas en la memoria de millones de telespectadores de todo el mundo fue recordado, hasta que su nombre fue desvaneciéndose. Se recuperó de aquella perdida notoriedad con otra serie, Navy, Investigación Criminal. Y ahora, a los noventa años, acaba de morir y no cesan los obituarios y comentarios sobre cuánto significó este buen actor.
Nacido el 19 de septiembre en Glasgow, Escocia, hace sólo un par de semanas celebró ser nonagenario. Hijo de padre violonchelista y madre violinista, fue desde su infancia, adolescencia y primera juventud un enamorado de la música clásica. Se especializó tocando el oboe. Y con el tiempo llegó a grabar cuatro álbumes. Su meta era ser un buen músico clásico, pero acabó por ser actor toda vez que empezó a desarrollar su nueva vocación en la Real Escuela de Arte Dramático de Londres. Fue en los escenarios durante la década de los 40 donde desarrolló su carrera. También en programas de la BBC. Se estableció finalmente en los Estados Unidos, que es donde desarrollaría lo más importante de su filmografía.
En El agente CIPOL encarnó a un espía ruso, Illya Kuryakin. El coprotagonista era otro excelente actor, Robert Vaughn, popular asimismo con el personaje de Napoleón Solo. Pero la respuesta de los telespectadores fue a favor de David McCallum, al que cuando acudía a algún estreno, las mujeres lo rodeaban entusiasmadas. Era muy atractivo.
Repasando su biografía no hemos encontrado historias que lo relacionaran con romances de importancia y sólo dos mujeres son las que llegaron a su vida. La primera de ellas la británica Jill Ireland, actriz con quien coincidió en un rodaje a mitad de los años 50. Se casaron en 1957 y fueron padres de dos hijos y uno más adoptado. Uno de ellos, Valentin, ha llegado a ser un buen instrumentista, con su guitarra, en el grupo pop de Jackson Browne. Y el adoptado, Jason, murió de una sobredosis en 1989. Aquel matrimonio era estable, mas ocurrió algo que lo deshizo. Fue durante un rodaje junto a Charles Bronson, con quien compartió un importante reparto en La gran evasión. David y Jill Ireland intervenían en esa película al lado de Bronson y David, de modo natural y amistoso, presentó su esposa a Charles. Al poco tiempo, año 1957, McCallum y Jill se divorciaban en tanto Charles Bronson contraía nupcias con esta última. Los entrevisté, por cierto, en Almería, durante una película del Oeste en Tabernas, sentados los tres en su "roulotte", frente a frente. Bronson tenía aspecto rudo pero resultaba amistoso, con su manera lenta de hablar. Y Jill, encantadora, simpática y muy guapa. Moriría unos años después, de cáncer.
David McCallum se recuperó pronto de aquel desenlace matrimonial, casándose en 1967 con una modelo que había conocido durante una sesión fotográfica en Nueva York: Katherine Carpenter. Dos hijos tuvieron.
Acerca de su biografía, añadamos algún otro título cinematográfico, como "El hombre invisible" y "La historia más grande jamás contada", donde interpretó el papel de Judas. En los últimos años hizo de forense, el doctor Ducky Mallard, en otra serie televisiva de éxito (no tanto, insistimos, como fue la del agente CIPOL), titulada en español "Navy, Investigación Criminal", acerca de unos sucesos de sangre en la Marina de los Estados Unidos. Tal era la pasión del actor por compenetrarse con su personaje que llegó a estudiar Ciencia Forense con verdadera dedicación, que asombró a sus propios compañeros. A su vasta cultura añadió una faceta más, la de novelista. Debutó con la titulada "Once a Crooked Man", editada en 2016.
La muerte de David McCallum, de forma natural, ha sucedido en un hospital de Nueva York, donde residía desde hace muchos años. Compañeros suyos lo han definido "como un hombre auténtico, fantástico, divertido, eurito, toda una leyenda".