Carolina Molas se ha decidido por fin a conceder su primera entrevista. La madre de Íñigo Onieva, marido de Tamara Falcó, ha roto su silencio pero no lo ha hecho por motivos relacionados con su vida privada, que prefiere mantener así, sino en relación a temas empresariales.
Carolina dirige una empresa que, tal y como ella misma recordó en Y ahora Sonsoles, "la creó mi padre", que la dirigió hasta su fallecimiento en 2014. Una compañía que sirve electrodomésticos a modo de enlace entre el fabricante y las tiendas que ha tenido éxito y logrado crecer nada menos que un 107 por ciento.
Carolina Molas ha desvelado el aspecto más espinoso de su vida personal y profesional: "Somos exiliados de ETA", dijo, señalando que su padre llevaba años amenazado y, de hecho, la banda terrorista estuvo a punto de atentar contra él en diversas ocasiones. "Nunca pudimos volver a casa", lamenta al respecto.
La madre de Íñigo, no obstante, también abrió la puerta a hablar de algunos asuntos personales, como por ejemplo que fue "madre muy joven y me puse a trabajar con él". A los 25 años, efectivamente, Carolina tenía ya cuatro hijos, aunque uno falleció de meningitis a la edad de 7. "Costó aceptarlo", lamenta sobre esta dolorosa pérdida.
"En mi casa todos colaboran. También los chicos, de siempre. Han salido así", ha contado. Ella, ha dicho, ha sido una madre muy cercana ya que se lleva muy pocos años con ellos", dijo sobre la convivencia en casa.