
José Luis Gil es uno de los actores más queridos y populares de nuestro país gracias a sus papeles en series como Aquí no hay quién viva o La que se avecina, además de haber puesto voz a personajes tan conocidos como Buzz Lightyear de Toy Story. Por este motivo, no es de extrañar la preocupación que sus seguidores muestran en redes por saber cómo avanza su recuperación del infarto cerebral que sufrió el pasado 4 de noviembre de 2021.
Un ictus en el hemisterio izquierdo de su cerebro por el que fue ingresado en el Hospital Nuestra Señora del Rosario con pronóstico grave y que le ha impedido, al menos por el momento, retomar su trabajo como actor. Una vuelta cada vez más lejana a tenor de las palabras que esta semana ha escrito su hija Irene, que en los últimos meses se ha convertido en su portavoz debido a los cientos de comentarios que reciben cada día interesándose por su salud.
A través de las redes sociales, la hija del intérprete ha dado su último parte médico: "Me preguntáis por mi padre, os lo agradezco en el alma, sentir tanto cariño es un honor. Es duro tener que hablar en su nombre, me gustaría que él pudiese responder a vuestros mensajes. No es así", comienza el texto, que acompaña con una fotografía junto a su padre.
"Han pasado dos años y estamos asumiendo todos que la vida no va a volver a ser la misma. Es un golpe tremendo y que cuesta encajar, estamos en ello. Luchamos por afrontar esta situación que es muy compleja y dolorosa. Gracias por vuestra prudencia y vuestro respeto", continúa el mensaje. Unas palabras con las que confirma que pese a que su salud ha mejorado en los últimos meses, este susto ha marcado un antes y después en su vida y no volverá a gozar del bienestar previo al infarto cerebral.

Aunque todo apuntaba a que el ictus que sufrió el intérprete tan solo se trataría de un susto temporal y un pequeño bache en su trayectoria profesional, lo cierto es que se ha ido complicando. José Luis tuvo que permanecer varios días hospitalizado en la UCI hasta que finalmente los profesionales médicos creyeron oportuno su alta. Lo que no podían llegar a imaginar en aquel momento es que su recuperación sería más lenta de lo esperado, motivo por el que su estado de salud continúa siendo delicado y sus seres queridos están pendientes de él las 24 horas del día.


