Acaba de cumplir sesenta años el pasado 4 de noviembre. Rosario González Flores se encuentra en un momento álgido de su carrera musical, ya una veterana de la balada pop-romántica, rumbera cuando le viene en gana, y muy activa intérprete del gypsy-funk, como se autodefinió hace un decenio. Artista con genio gitano pero que, al margen de su peculiar flamenco, ha introducido un estilo cercano a la mayoría de las tendencias musicales juveniles de los últimos tiempos. No nos extraña que su público sea variado, ya con al menos un par de generaciones que la siguen. Y quien tras unos años de experiencias sentimentales, madre de una hija, encontró hace diecisiete años el amor estable, madre de nuevo de un niño.
En los 80 quien ocupó su corazón durante cuatro años fue el actor Quique San Francisco. La vida complicada de éste dio al traste con una frustrada boda de la pareja. Luego se ennovió con el artista argentino Carlos Orellana, bailarín, del que recuerdo su frondosa caballera. Rosario fue madre por vez primera en 1996 de una niña llamada, cómo no, Lola, como la orgullosísima abuela. También le conocí otra pareja, que era camarero y con quien Rosario practicó como su madre y hermana la faceta de vender la exclusiva del romance. Aquel idilio se apagó al poco tiempo. Y cuando Rosario intervino en el rodaje de Hable con ella, dirigida por Pedro Almodóvar, conoció a Pedro Lazaga Jr., a la sazón ayudante de realización. Y del trato diario dieron un paso más. Se enamoraron. Celebraron su boda en Caños de la Meca, de carácter íntimo. Son padres de un niño, Pedro Antonio, nacido en 2006. Lugar que todos los años visitan en vacaciones, pues disponen de una casa en Zahara de los Atunes.
Rosario ha sabido armonizar sus papeles de esposa y madre con su actividad musical. Ya son muchos los años subida a un escenario. Donde ha conseguido éxitos inapelables: "Como quieres que te quiera", "Mi gato", "¡Qué bonito!", "Sabor, sabor", "No dudaría"… Con su hermana Lolita se lleva de maravilla. No han existido nunca celos artísticos entre las dos. Y los hijos de una y otra también comparten la familia como siempre fue el deseo de Lola Flores: todos unidos, como una piña.
Echan de menos a Antonio, claro, el hermano que se les fue muy pronto de este mundo, que no pudo soportar el dolor tras la desaparición de Lola. Y al que en el Palacio Vistalegre, de Madrid, dedicarán un homenaje, con intervención de destacados artistas, (Victor Manuel, Miguel Ríos, David Summers, Los Secretos, Vanesa Martín…) el día 24 de este noviembre, con la leyenda "¡Arriba los corazones!". Ni qué decir que tanto Lolita como Rosario han sido las principales promotoras de este festival. Cuando se cumplen sesenta y dos años del nacimiento de Antonio González Flores y veintiocho de su muerte.